viernes, 23 de enero de 2009

FLUIDEZ LECTORA = AUTOMATICIDAD + VELOCIDAD


Los cursos de lectura veloz son eminentemente prácticos. Se le proporciona al estudiante una serie de ejercicios que deben realizarse por series, durante un tiempo programado (de uno a tres minutos) y a un ritmo que oscila entre 80 y 200 movimientos por minuto.

Después de la realización de estos ejercicios cuyo objetivo es que el alumno adquiera la Automaticidad y Velocidad (en el reconocimiento de palabras y sintagmas) y con ello desarrolle la variable más importante para cualquier tipo de lectura comprensiva, es decir, nos estamos refiriendo de la Fluidez Lectora.

Todas las teorías de la lectura reconocen en la Fluidez Lectora la piedra angular de la lectura y que le permite al estudiante acceder a la construcción de significados o comprensión del texto. A pesar de que diversas teorías científicas hablan de su importancia, pocas o ninguna escuela busca desarrollar la fluidez lectora a través de ejercicios programados sistemáticamente. Peor, aún, muchos entendidos en la materia sostienen que la repetición permanente de estos ejercicios son actividades inútiles.

Incluso cuando participe en los congresos de lectura en Arequipa (marzo 2008) y en Huancayo (julio 2008) muchos especialistas de la lectura -peruanos y visitantes- se mostraban reacios a mi ponencia que trataba sobre La Lectura Veloz como alternativa para una Lectura Comprensiva. Sin embargo, durante mi ponencia fui demostrando que la Lectura Veloz lo único que hace es darle importancia a la Fluidez Lectora como variable esencial para la comprensión de textos. Menos mal que, después de escucharme, reconocieron el rol de esta variable y vieron que no estábamos inventando o creando categorías mágicas o fantasmas.

Volviendo al tema de los ejercicios estos se repiten en series y para el desarrollo y la evaluación de los mismos se necesita contar con un cronómetro, un timer y un metrónomo. Sin estas herramientas (y los fascículos de ejercicios) es poco lo que se puede avanzar para lograr desarrollar la Fluidez Lectora en los alumnos; con ellos alcanzar la meta se puede conseguir en un par de clases.

Finalmente, cuando y a el alumno ha desarrollado su Fluidez Lectora pasamos a otra variable para la comprensión: el aprendizaje de estrategias metacognitivas (subrayado, organizadores, sumillas y resúmenes, etc.). Es entonces cuando ya podemos hablar de lectores preparados.

Gracias por leer


Manuel Urbina
prolector@hotmail.com

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