viernes, 29 de agosto de 2008

LA FLUIDEZ LECTORA COMO EL MEJOR INDICADOR DE LA COMPENSIÓN DE TEXTOS






La Fluidez Lectora es el mejor indicador para poder saber el nivel de comprensión de los alumnos. Si la lectura es en voz alta, la fluidez Lectora responde a tres elementos:

1. Automaticidad
2. Expresividad
3. Velocidad lectora


1. La automaticidad: Hace que el alumno vea la palabra como un todo y la pronuncie en su totalidad, no lee silabeando o haciendo pausas entre una sílaba y otra como cuando aprendía a leer. No cambia una sílaba o letra por otra (no dice "maestra" donde dice "muestra"), es decir, no aumenta, ni disminuye, ni cambia la palabra original: lee la palabra tal como está escrita.

2. Expresividad (Entonación y pausas adecuadas): No lee palabras en forma aisladas o una a una, sino lee grupos sintácticos dotados de significados (en vez de leer: "Mi... amigo... vendrá... mañana...", lee: "Mi amigo vendrá mañana"); es decir, entre un sintagma y otro hace las pausas que cree conveniente. Durante su lectura responde a los signos de puntuación y realiza tonos ascendentes ("¿?", "¡!", ","), descendentes (".", ";") o los de suspensión ("...", ":").

3. Velocidad lectora: A esta se le define como la cantidad de palabras correctamente leídas durante un minuto. Si se dan las dos variables anteriores la velocidad lectora del alumno deberá ser la adecuada. Por esta razón cuando se quiere que el alumno desarrolle su velocidad lectora se deben trabajar la automaticidad y la expresividad a través de ejercicios exclusivamente diseñados para ello, sin embargo, el docente es el primer modelo de lector fluido, si él o ella no leen adecuadamente, no le verán ningún sentido a aquellos ejercicios. Por esta razón, el docente deberá desarrollar su fluidez y ello se consigue de dos maneras: primero, asumiendo la importancia y conocimiento teórico de la Fluidez Lectora y, en segundo lugar, a través de ejercicios prácticos y de lectura permanente.

La Fluidez Lectora en la lectura oral es muy distinta (radicalmente) al de la lectura silenciosa, sin embargo, su desarrollo está relacionado con la fluidez de la lectura oral y en otros aspectos que veremos próximamente, así como ejercicios propiamente dichos.

PD: Una buena edad para empezar a desarrollar la Fluidez Lectora es a partir de los ocho años, cuando ya los alumnos han aprendido a descodificar adecuadamente. En los grados anteriores se podría continuar con ejercicios que desarrollen la Conciencia Fonológica y alternarlos con lecturas de textos cortos que tengan mucha lecturabilidad y legibilidad.


Gracias por leer


Manuel Urbina
prolector@hotmail.com

miércoles, 27 de agosto de 2008

COLEGIO NIÑO JESÚS DE PRAGA


El día de ayer martes tuvimos el gusto de compartir nuestras experiencias en el tema de la Lectura con los profesores y profesoras del área de Letras del Colegio Niño Jesús de Praga, dirigido por la Hna. Gloria de la Cruz quien estuvo durante toda la sesión acompañando a sus profesores (como debe ser), así también estuvo presente la subdirectora Hna. Guadalupe Chanco.

Nuestra presencia en dicho colegio se debió a la invitación que recibimos por parte de la profesora Dina Fuentes, con quien tuvimos el gusto de conocernos a través de este blog. Fueron tres horas que no se sintieron gracias a la participación de todos los docentes, incluyendo a la directora y subdirectora de este gran centro educativo que está en el Callao.

El tema que tratamos tuvo dos momentos: En el primero vimos la situación real de la comprensión lectora en el Perú a través de diferentes estudios nacionales e internacionales como las pruebas PISA y LLECE; la segunda parte estuvo dirigida al DESARROLLO DE UN PROGRAMA DE INTERVENCIÓN PARA MEJORAR LOS NIVELES DE COMPRENSIÓN.

Felicitaciones a todos y ha sido un enorme placer haberlos conocido.

Manuel

jueves, 21 de agosto de 2008

PRIMERAMENTE, SEGUNDAMENTE, TERCERAMENTE, CUARTAMENTE... ¡¡¡SON FORMAS CORRECTAS!!!


Seguramente usted, amigo lector, habrá escuchado que no debemos decir "primeramente" porque no hay "segundamente" ni "terceramente", etc., pues, nada más falso y tan descabellado. Los términos "primeramente", "segundamente", "terceramente" y todos los que se puedan formar son formas correctas que actúan como adverbios de orden, aunque en el caso de "primeramente" y "últimamente" no siempre funcionan como adverbios de orden, sino -en la mayoría de los casos- como adverbios de tiempo.

Lo que ocurre es que en los dialectos del castellano hablado en el Perú , y en el de algunos países vecinos, estas formas no constituyen nuestra norma lingüística y no por ello tenemos que decir que son formas incorrectas. Es como cuando hace muy poco una amiga colombiana saludó efusivamente a la gente de Huancayo diciéndoles: "Estimados huancanianos y huancanianas" (cuando nuestra norma impone "huancaínos - huancaínas), y lógicamente, nadie podría decir que dichos gentilicios son incorrectos porque se han usado los sufijos "-ano, -ana"(hay diversos tipos de sufijos para formar gentilicios). Si fuesen incorrectos, entonces, no deberíamos decir "peruanos", sino "peruínos" y "peruínas".

Ocurre sencillamente que ambas formas son correctas o aceptadas, pero el uso de una u otra responde exclusivamente a la forma de mayor preferencia por la comunidad. Otro de tantos casos es el que se presenta con "video", cuyo uso peninsular es de pronunciación esdrújula (deo), mientras que en Latinoamérica es grave (video), y no importa que venga del inglés "video" con pronunciación esdrújula, sencillamente se vuelve grave como la gran mayoría de las palabras de nuestra lengua. Así la preferimos los usuarios y la RAE no puede hacer nada por cambiarla, tan solo reconocerla y legalizarla.

Volviendo a nuestro tema, "primeramente" no solo actúa como adverbio de orden, sino también puede desempeñarse como adverbio de tiempo. En la oración: "Primeramente me dicen lo que pasó y se acabó el problema.", equivale a decir "En este momento me dicen lo que pasó y se acabó el probema". El valor semántico de "primeramente" no tienen nada que ver con el orden o con el hecho de que después venga el término "segundamente" o "terceramente". Así que cuando escuche expresiones como: "No digas "primeramente" , di "en primer lugar" porque después vendrá "en segundo lugar", tenga en cuenta que no siempre "primeramente" es un adverbio de orden y, por lo tanto, no habría lugar para "segundamente" o "en segundo lugar".

Unos ejemplitos:

A) Primeramente sacaron sus equipajes y segundamente, pagaron por el servicio. (correcto)
B) En primer lugar sacaron sus equipajes y en segundo lugar, pagaron por el servicio (correcto)
C) Primeramente deben devolver los víveres, luego veremos lo que hacemos. (correcto)
D) Primeramente quiero felicitarlos y segundamente entregarles este reconocimiento (correcto)

En A y D actúan como adverbios de orden, mientras que en C es un adverbio de tiempo. En B las formas en negritas son locuciones adverbiales.

El siguiente texto acabo de encontrarlo en http://ggonzale.blogspot.com/ el autor es de origen mexicano y vean cómo usa los términos ya mencionados sin ningún reparo:

"... ¿Razones? Primeramente, me ha tocado tomar café y de repente al rato termino como Garfield después de tomar café expreso. Segundamente, las agruras que precedían al café. Tomaba café por la mañana y el resto del día me la pasaba con agruras".


Gracias por leer

Manuel Urbina
prolector@hotmail.com

miércoles, 20 de agosto de 2008

CONGRESOS DE LECTURA PERÚ 2008 - 2009


No somos pocos en el Perú -y en otros países latinoamericanos- los que estamos interesados en aprender los procesos cognitivos que se presentan durante la lectura y, también, conocer estrategias para poder acceder a una mejor comprensión de textos. Entonces, como docentes investigadores y actualizados podemos garantizar la enseñanza de la comprensión lectora de nuestros alumnos, de lo contrario, el sentido común no nos asegura el desarrollo óptimo de esta competencia tan importante y tan desvalorizada en nuestro sistema educativo.

Qué mejor manera de buscar congresos, foros, encuentros, seminarios, cursos, etc., sobre la Lectura que a través de Internet, sin embargo, en el Perú, existen muy pocos eventos de esta naturaleza. Las que se han realizado durante todo el año, no pasan de diez y las hemos anunciado en este blog en su momento oportuno. No es posible que habiendo más de cincuenta universidades con facultades de pedagogía, no le den la importancia y el espacio que debería tener la enseñanza de la comprensión lectora.

He ingresado a las páginas de cada una de las universidades y da mucha pena e indignación ver que no hay eventos relacionados con la Lectura, aunque sí existen cientos relacionados con la carrera empresarial. Esta dejadez es responsabilidad, no de los alumnos, sino de los profesores y de las autoridades universitarias que con su mezquina actuación ponen de manifiesto su tremenda incompetencia para regir los destinos de miles de futuros docentes.

Recordemos que, aunque usted no lo crea, no existe en ninguna facultad de educación, un curso específico que trate sobre las bases teóricas del aprendizaje de la lectura. Por esta razón tan simple, es que los docentes no están capacitados para promover la enseñanza de la lectura entre sus alumnos. De allí que los resultados en las pruebas de lectura sean tan catastróficas como el rendimiento académico de muchos alumnos.

Los docentes queremos aprender, pero no encontramos los lugares adecuados como Congresos, Foros, Seminarios, Simposios, Mesas Redondas, etc., para recibir una información adecuada y actualizada; si no fuera por Internet que nos permite acceder a libros, tesis, revistas, blog, etc., estaríamos más perdidos que los decanos de las facultades de educación.

Ojalá que el Ministro de Educación, José Antonio Chang, y la Asamblea Nacional de Rectores hagan algo al respecto y, que también, a través de sus diferentes entidades, promuevan el desarrollo de cursos sobre Estrategias de enseñanza de la lectura. No esperemos los resultados de PISA 2009 para salir a buscar responsables como lo han hecho hace poco inculpando a los docentes.

Gracias por leer

Manuel Urbina

lunes, 18 de agosto de 2008

PEQUEÑOS GRANDES AMORES


-Siempre he sido distraído; ya es de noche y ni me había dado cuenta qué hora es, ni qué día es hoy, ni cuándo es mi cumpleaños –dijo el enano.

-Ya lo sé –contestó la enana- siempre te olvidas hasta de tu nombre, pero lo bueno es que eres el hombre más bondadoso del mundo. No sé si es por tu distracción o porque tienes el corazón de los hombres grandes que no conoce odios ni resentimientos.

-No es para tanto –respondió el enano- claro que sé que mi nombre es…, es…, ah…, ya sé… mi nombre es Fortunato Tomás Massi Silva. No es tan difícil, solo es cuestión de recordar el primero y los demás van apareciendo solos. Además, no soy tan bueno como tú me pintas; el otro día, sentí envidia al ver crecer a unos niños.

La diminuta mujer lo miraba tiernamente, parecía que le gustaba verlo en estas situaciones en donde él trataba de parecer un tipo duro y cruel.

Se habían conocido en un circo italiano hacía ya nueve años y desde entonces, ellos no se habían separado ni un solo día. Ambos se querían con un amor tan puro, inocente y hasta casi infantil. Ella lo amaba tiernamente y él la amaba tanto que nunca se olvido de llamarla por su nombre.

Un día domingo, mucha gente había ido al circo, y el pequeño realizaba su acostumbrado acto: caminaba sobre la cuerda floja a cinco metros de altura. Se le veía distraído, preocupado, parecía que este no era el día que él hubiera querido que sea.

Cuando faltaba muy poco para finalizar su acto, perdió el equilibrio y cayó violentamente. Hubo un silencio breve que encendió cientos de voces y gritos desesperados.

El pequeño, tirado de bruces, contó mentalmente hasta veinte y se levantó como si hubiera sido expulsado por un cañón; caminó hacía el centro del escenario y saludó al público que despertaba del engaño. Recordaron que los enanos, siempre hacen cosas de ese tipo.

El hombrecito había caído sobre un colchón de espuma, especialmente camuflado en el suelo, con el que daba fin a su gran actuación. Lo aplaudieron hasta que desapareció tras el enorme telón rojo, salpicado de estrellas.

Su compañera, como era costumbre, lo esperaba en la pequeña carpa azul ya casi lista para realizar el próximo número en la jaula de los leones africanos. Lo vio llegar y le regaló la sonrisa más tierna del mundo.

FIN
Manuel Urbina
prolector@hotmail.com

miércoles, 13 de agosto de 2008

CUANDO LOS LIBROS ATRAPAN A LOS NIÑOS




(Mil disculpas por la disposición de estas fotografías)
Dale un click a las imágenes.


Durante la realización del I Congreso Latinoamericano de Comprensión Lectora, adquirí en uno de los módulos de venta cuatro interesantísimos cuentos: Ratón y Vampiro se conocen, Ratón y Vampiro en el castillo (ambos de Yolanda Patin), El baile de los elefantes (Javier Miranda-Luque), y El cerdito que amaba el ballet (Chely Lima), los cuatro son de Monte Ávila Editores Latinoamericana.

Los compré para mi hija Yvonne, de ocho años y -desde luego- para leerlos yo. Fueron muy entretenidos, ocurrentes, placenteros, y pensé que a mi hija también le iba a encantar. No me equivoqué, así fue, sin embargo, a los pocos días de mi regreso, llegaron unos familiares y para mi sorpresa, pude observar cómo los niños y niñas leían y disfrutaban de estos cuentos y otros que estaban en la miniblioteca de Yvonne. Para mayor sorpresa aún, me contaron los padres que a sus hijos no les gustaba leer y que lo que hacían ahora no era lo cotidiano, también compartían mi sorpresa. Entonces pude comprobar lo que más o menos intuía sobre lo que estaba ocurriendo.

En primer lugar la miniblioteca les había llamado la atención debido a la disposición de cada uno de los cuentos; todos aparecían con la carátula o portada expuesta casi a la altura de los ojos de los niños y al no tener ventanillas o puertas pudieron tomarlos sin ningún problema. A esta situación podríamos llamarla quizás "accesibilidad inmediata" (si hubieran estado de la forma tradicional solo hubieran percibido el lomo del libro o si estuviesen embolsados y sellados como en los supermercados no hubieran podido ir más allá de una simple mirada).

En segundo lugar, la calidad de la impresión, los dibujos impresionantes, la edición y diagramación impecables, todo esto llamó más la atención de estos niños (la paraliteratura). Por otro lado, el tipo y tamaño de las letras y el interlineado eran los más adecuados. A esto se le llama "legibilidad" (en comparación con los libros de escritura reducida y a veces la mala calidad del fotocopiado que le quita estética al cuento).

En tercer lugar, la facilidad de acceso a la lectura en sí, es decir, el tema o los temas respondían a los gustos e inquietudes de los niños (un cerdito que ama el ballet, un ratón que es asustado por un fantasma, un elefante sobrado que se enamora, etc.). A esta característica se le llama "lecturabilidad" (lo opuesto sería "aburrabilidad", y se produce cuando no revisamos el cuento o cuando no corresponde al rango de edades de los lectores).

Es muy posible que existan otras variables para incentivar la lectura de cuentos, leyendas, fábulas, mitos, etc., pero no podemos dejar de lado "la accesibilidad inmediata”, "la legibilidad" y "la lecturabilidad" en nuestra labor de promotores permanentes de la lectura. Es evidente que esto lo debe saber el docente, pero los padres quizá lo desconozcan; por esta razón, no solo se debe hacer docencia con los alumnos, sino también con los padres quienes se convierten en nuestros mejor aliados cuando los tomamos en cuenta.

El día sábado que estuve en la Derrama Magisterial me acerqué a la librería y pude encontrar estos mismos cuentos y otros más que los compré inmediatamente. El precio de cada uno era entre ocho y diez soles. Si saben de algún lugar donde pueda encontrar buenos cuentos, me lo hacen saber.


Gracias por leer

Manuel Urbina
prolector@hotmail.com

JESÚS GARCÍA VIDAL EN LIMA

Una de las personalidades más competentes en el tema de la lectura estuvo en Lima. Se trata del doctor Jesús García Vidal, profesor principal de la Universidad de Sevilla, España. Fue invitado por la Editorial Libro Amigo al II SEMINARIO INTERNACIONAL 2008 COMPRENSIÓN LECTORA: PROCESOS, ESTRATEGIAS Y AUTORREGULACIÓN. Este importante evento se realizó este último sábado en la Derrama Magisterial desde las 9 a.m hasta la 6.30 p.m. (Yo me enteré dos días antes, razón por la que no pude informar a los interesados en esta materia).

Durante su conferencia resaltó la importancia de los procesos de la comprensión como un tema de dominio y competencia del docente. Manifestó que en el hogar se podrán dar algunas variables que tengan que ver con el rendimiento de la comprensión lectora, pero que los procesos que comprometen la lectura en sí es responsabilidad absoluta del docente, así como la enseñanza de estrategias para acceder a la comprensión del texto.

Otro aspecto que me llamó mucho la atención por la coherencia de sus comentarios fue cuando se habló de los niveles de comprensión. Negó la existencia de una “comprensión crítica” porque un texto se comprende o no, se comprende lo que está escrito o lo que no está escrito (lo implícito), y que no podía haber una comprensión crítica por la simple razón que lo crítico responde a una valoración subjetiva sobre un determinado tema. Lo crítico vendría a ser más una opinión que un tema de comprensión per se. Su enfoque me pareció muy técnico y alturado porque si nos vamos a la práctica y les damos un texto a cinco alumnos y al final les hacemos preguntas enfocadas a la parte crítica, veremos que cada alumno podría tener una respuesta diferente (a pesar de que cada uno pudo comprender perfectamente el texto) ya que, efectivamente, es un tema más valorativo y por ello las respuestas diferentes.

Felicitaciones a los organizadores de este evento por la calidad académica y reconocida de sus invitados; ya a comienzos de año tuvieron como conferencista al prestigioso investigador, también español, Fernando Cuetos Vega. Esperamos nuevas sorpresas…

Gracias por leer

Manuel Urbina
prolector@hotmail.com

lunes, 11 de agosto de 2008

USO Y ABUSO DEL DICCIONARIO EN EL COLEGIO



- Manuel, ¿“sensible” se escribe con dos eses, o ese y ce?
- No estoy seguro, cariño.
- Entonces voy a consultarlo en el diccionario.
- Claro, es lo mejor.

Esta es parte de una conversación que tuve el día de ayer domingo, con mi esposa y que me permitió entender una de las funciones más importantes del diccionario: sacarnos de una duda ortográfica.

Lamentablemente, en las escuelas se hace un uso y abuso del diccionario para el aprendizaje de significados de palabras nuevas. Palabras que en su mayoría no se van a volver a usar por pertenecer al vocabulario pasivo del alumno (hace años que yo no uso las palabras inopia, condumio, asaz, rutilante, etc., y hasta me he olvidado sus significados), aunque esto no es una justificación para no usar el diccionario hay otros aspectos que sí deberíamos tener en cuenta en nuestro quehacer profesional.

La mejor forma de aprender el significado de una nueva palabra –en los niveles básicos- es a través de la vía pictórica, es decir, si el niño no sabe lo que significa “pupitre” es mejor enseñarle la fotografía o el dibujo de un pupitre y verán con que facilidad lo aprende. En segundo lugar, a falta de una fotografía o dibujo, los niños podrán acceder al significado de la misma palabra a través de la vía sonora, es decir, al niño le hablamos y le explicamos sobre el significado de dicho término, y también lo aprende. La tercera forma, que es la menos eficaz, la más tediosa y aburrida es a través de la vía escrita, es decir, que el niño busque el significado de dicha palabra en el diccionario (a veces le dejan una veintena) y que lo lea y que lo escriba. Y con lo difícil que puede ser encontrar la entrada semántica adecuada al “ejercicio” de búsqueda. Recuerdo que hace un año, mi hija de siete años, buscaba –como tarea- el significado de “pino” y miren lo que encontró:

Pino m. Nombre de varios árboles gimnospermos de las pináceas, de hojas aciculares persistentes en hacecillos de dos a cinco flores unisexuales estróbilas. Producen un falso fruto, la piña que contiene las semillas o piñones. 2 Madera de estos árboles.

Tan fácil hubiera sido si se le enseñaba la foto de un arbolito de Navidad (se hubiera dibujado en la pizarra con mucha facilidad) o a falta de la imagen se le hubiera hablado sobre el arbolito navideño. Lo que se hizo, fue usar la tercera forma que como ven confunde más al niño y lo lleva a odiar al incomprendido diccionario. Imagínese al niño escribiendo esas 37 palabras que no le dan nada de información (es para llorar de rabia e impotencia) y, como si fuera poco, además, debe escribir de dos a cinco oraciones con el bendito término. Al inicio, el alumno, no sabía el significado de una sola palabra y al final termina desconociendo la mayoría “gimnospermos, pináceas, aciculares, hacecillos, unisexuales, estróbilas, piñones…” y si van a la búsqueda del significado de estos terminarían en alguna clínica. El remedio resulta peor que la enfermedad.

Es posible que los profesores hayamos incurrido en esta inadecuada metodología usando la tercera forma, pero creo que ya es hora de darnos cuenta y buscar otras formas de enseñanza, en todo caso, como complemento, solicite un diccionario infantil (esos que traen más imágenes que entradas y que le gusta ver al alumno) y no los que tienen miles de entradas y que causan verdaderas molestias.

Otro mal uso del diccionario se presenta cuando el niño lee un texto narrativo o expositivo. El niño interrumpe su lectura o corta la fluidez a su intención lectora al tener –por indicación del docente- que recurrir al diccionario para iniciar la búsqueda de tal o cual palabra (¿los profesores usamos el diccionario cuando leemos?). Es mejor enseñarles a deducir el significado de la palabra contextualmente, por ejemplo: “El hombre fue al río a buscar agua en una camasa…” (El hombre, el tigre y la Luna, de Rafael Rivero), y, por último, (como lo hacemos nosotros) ignorar el término no necesariamente va a generar problemas de comprensión porque no siempre esa palabra es la clave para entender el texto. Veamos:
“El hombre fue al río a buscar agua en una camasa. Cuando regresó, se encontró con el tigre que había penetrado en su casa y estaba allí dentro, sentado en el suelo”.
¿El hecho de no saber que camasa es un tipo de recipiente afecta en algo lo que sigue en el texto? No, para nada. Sin embargo, a los alumnos les hacemos leer con su diccionario al costado y de esta forma, ¿podrían sentir gusto y placer por la lectura?

Lo más adecuado es trabajar con anticipación un pequeño glosario o vocabulario de las palabras nuevas que vienen en la lectura y verán cómo leer sí se convierte en un placer y a partir de ello el alumno podrá dominar con mucha facilidad la ortografía de las palabras y el significado de ellas. Mientras más lea, más palabras conocerá y las podrá almacenar en su almacén ortográfico hasta su internalización. Hay otras formas o métodos que podrían dar los mismos resultados si con ellos generamos lectores competentes. No es malo usar el diccionario, pero usemos el sentido común: la lectura es la base de una buena escolaridad y si no la promovemos o indirectamente generamos la aversión del alumno hacia ella, estamos haciendo mucho daño.


Los que sí debemos usar y abusar del diccionario somos nosotros los docentes para estar siempre preparados y absolver cualquier duda semántica u ortográfica que tengan nuestros alumnos. Personalmente, me encanta (literalmente) el Diccionario panhispánico de dudas (2005), preparado por la Asociación de Academias de la Lengua Española y editado por Santillana. Después de tantos años se ha publicado esta maravillosa obra en consulta con los miembros de la RAE de cada país, lo cual ha permitido establecer que, por ejemplo, "ingreso en..." o "ingreso a..." tienen significados iguales, pero que la primera forma es de uso peninsular, mientras que la segunda es de uso hispanoamericano, y se acabó la triste costumbre de imitar la norma española cuando latinoamérica tiene sus propias variedades lingüísticas. Otro diccionario importante y muy funcional es el Diccionario de la lengua española (2001), también de la RAE . Por lo expuesto, no tenemos ningún tipo de aversión al uso de los diccionarios, todo lo contrario: los amamos.



Gracias por leer

Manuel Urbina
prolector@hotmail.com

JUANA PINZÁS EN EL V ENCUENTRO POR LA LECTURA Y ESCRITURA 2008

Una de las personalidades nacionales más importantes en el tema de la lectura es, sin lugar a dudas, la Ph. D Juana Pinzás, y estuvo presente en el V Encuentro por la Lectura y Escritura que organizó el Centro Andino y la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Lástima que la comisión organizadora le concediera solo treinta minutos (cuando a sus antecesores les dieron casi una hora) para su exposición, sin embargo, en ese breve tiempo pudo hacer uso de su encanto pedagógico y hablarnos de una estrategia que coadyuva el aprendizaje de la comprensión lectora.
Esta estrategia se denomina La técnica del texto interferido, y consiste en presentarle al alumno textos de diferentes tamaños, según sea el grado en el que se encuentran, y en donde de una manera deliberada se han extraído ciertas palabras y se les ha reemplazado por otras de significados totalmente ajenos al tema original. Para ello el alumno deberá leer el texto e identificar el error y, además, corregir el texto para que este tenga su sentido original.
Por ejemplo:
"Mis vecinos siempre llegan tarde al colegio porque se levantan temprano; en cambio, mi hermana y yo siempre somos los primeros en llegar".
El alumno después de leer deberá encontrar la palabra que genera la incoherencia del texto y deducir el término adecuado y para ello necesitará usar su atención al máximo para comprender la totalidad del texto. La incoherencia se dará en "llegar tarde" con "levantarse temprano", entonces, el alumno tendría que cambiar el término "temprano" por "tarde".
Como dijimos al inicio, ojalá le hubieran dado más tiempo a la Ph.D Juana Pinzás porque tenía muchas cosas más por compartir y todo el auditorio pedía que se quede. Ojalá que para el próximo encuentro la vuelvan a invitar y le den, por vox populi, más tiempo.
Por último, a la comisión organizadora le sugerimos -con todo respeto- que inviten a personalidades con investigaciones académicas demostradas en el campo de la lectura y la escritura. Me parece que en este encuentro se vieron las misma caras de hace años y ni hablar de los talleres que en comparación de los años anteriores fue limitado.

Gracias por leer

Manuel Urbina
prolector@hotmail.com

jueves, 7 de agosto de 2008

LA ESCRITURA DE HOY "GRACIAS" A LA INTERNET

Constantemente escucho a los docentes y a otras personas, hablar sobre la degeneración de la escritura por parte de los alumnos en los programas de Internet como el Chat, el Messenger, los correos electrónicos, etc. Las quejas frecuentes se refieren a hechos como que no usan las mayúsculas en los nombres propios ni al inicio de una oración, tampoco usan los signos de puntuación adecuados ni las grafías correctas y ni hablar de las tildes en las palabras que deban llevarlas. Y lo que es más grave: han abreviado las palabras de la forma más inusual de todos los tiempos, por ejemplo: en vez de escribir “te quiero mucho” solo escriben TQM, o KDT por "cuídate".

Este tema, sin duda, dará mucho qué hablar y cada uno tendrá su propia opinión sobre la base de su reflexión y su pensamiento crítico. Sobre la base de esta línea quisiera dar mi humilde opinión y compartirla con ustedes.

Hoy en día la Internet se ha convertido en el medio de comunicación más rápido del planeta, tanto es así que desde nuestra ciudad de Lima podemos mandar un correo electrónico a Tokio en cuestión de segundos, o a través del Messenger podemos hablar con la otra persona usando una pequeña cámara. Podemos conseguir información en segundos sobre miles de temas y, por esta razón inobjetable hemos creado la era de la rapidez y los muchachos lo único que han hecho es sintonizar y adaptarse al ritmo de Internet.

Hay puristas de la lengua castellana que, con todo respeto, piensan que el mundo se va a acabar por esta nueva forma de escribir de los muchachos y hacen apocalípticas profecías sobre el destino de la humanidad. Pero no es para tanto, total si los chicos escriben como escriben (con miles de errores) es porque pueden entenderse, es decir, está garantizada la transmisión del mensaje entre el emisor y al receptor a través del canal informático. El código -la escritura con miles de errores- les permite realizar la codificación y la descodificación sin ningún problema. Entonces podemos ver que la ortografía de la escritura y sus reglas de tildación y puntuación no eran la base fundamental para escribir y quizá por ello, antes, mucha gente no tenía ganas de escribir como lo hacen hoy millones en el mundo.

En el inglés no se usa la tilde y eso que tienen palabras agudas, graves y esdrújulas, aunque la mayoría de los términos son graves y pueden estar en función distintiva; no se usan los signos de inicio en las interrogaciones y exclamaciones “¡” , “¿” como sí se obliga en el castellano. Quizá sería tiempo de escuchar a Gabriel García Márquez cuando habla de que ya es hora de jubilar la ortografía.

Otro aspecto que también me genera mucha gracia es que los lingüistas se han olvidado de uno de los principios más frecuentes en cualquier lengua y es el “principio de la economía del lenguaje”. Por este principio hoy decimos “no” frente al “non” de la época medieval o “hacer” por “facer”. Si digo “non” articulo tres fonos, mientras que cuando digo “no” solo articulo dos, o cuando digo “hacer” articulo cuatro fonos (la hache ya no se articula, aunque se escriba) mientras que en “facer” había que articular cinco fonos. El principio de la economía del lenguaje ha permitido que la palabra “cinematógrafo” se reduzca a “cinema” y esta en “cine”; lo mismo pasó con “motocicleta” ya que hoy decimos solamente “moto” y se escuchan voces como “bici”, “depa”, “fono”, “tele”, etc. No nos alarmemos entonces por el amor de Dios…

¿El castellano puede cambiar?, pero por supuesto. Toda lengua cambia en el tiempo y ello no necesariamente significa su extinción, no olvidemos que Ferdinand de Saussure considerado el Padre de la Lingüística Moderna hablaba de la Mutabilidad (cambios) del signo lingüístico y de la Inmutabilidad en un período determinado. En conclusión nada es nuevo respecto a esta forma de escribir en los chicos de hoy. Nuestra lengua tiene sus propios reguladores que pueden controlar esta situación.

Si les decimos a nuestros alumnos que está muy mal la forma como escriben, peor lo van a hacer porque ellos consideran que no los comprendemos (su ignorada economía del lenguaje) y tienen razón. Entonces, podríamos empezar dándoles la razón, que en realidad la tienen, y sintonizar con ellos (además quién de ustedes, adultos, usa la escritura estándar cuando accede a internet) y desde allí podríamos hablar, y ser escuchados, sobre los niveles de la lengua y sus variantes. Si trato de entender a mis alumnos, ellos, por correspondencia, van a tratar también de comprendernos. Total, ¿acaso educar no es una forma de comprensión mutua?

Nuestro rol de docentes nos debe llevar a promoción de la lectura de textos adecuados a la edad de nuestros alumnos, es decir, debemos seleccionar los textos que mejor respondan a sus inquietudes y gustos propios de sus edades. Que se identifiquen con esos temas recurrentes de su vida cotidiana y, si fuera posible, practicar una escritura creativa que esté centrado más en el tema que en aspectos gramaticales que es una de las razones más fuertes que los hace desistir cuando quieren escribir. Escribir como mandan las reglas -lo ideal- ha de llegar en su momento, pero no cuando recién empiezan y más aún si no se les ha enseñado usando una pedagogía vivencial y con criterios mínimos o sentido común.

Compartir con ellos momentos de lectura y como docentes ser ejemplos de lectores naturales para que nuestras acciones sean modelos a seguir (nadie creerá en nuestras palabras si no actuamos). Démosle ese libro que tanto están esperando y a partir de ello, los mecanismos de autorregulación de la escritura se darán en forma progresiva y, entonces, el lenguaje de Internet será solo eso un lenguaje para acceder a ella y después todo volverá a ser como tenía que ser.

Gracias por leer

Manuel Urbina
prolector@hotmail.com