La velocidad lectora en la lectura en voz alta se puede mejorar a través de un programa que apunte hacia ese objetivo y para ello, en primer lugar, se debe tener como modelo de buen lector al docente del aula (modelaje), y en segundo lugar, se debe programar dos tipos de ejercicios: el primero está relacionado con la respiración y el segundo, con la articulación-entonación. Recuerde que para ser un buen lector no es indispensable tener una “buena” voz, es necesario entrenarse en la respiración y en la articulación-entonación.
EJERCICIOS DE RESPIRACIÓN:
Consiga los globitos más pequeños y haga que sus alumnos lo inflen haciendo presión del músculo diafragmático que se encuentra en el vientre. No deben inflar los cachetes o carrillos, deben separar los labios milimétricamente y hacer presión diafragmática.
Hacer abdominales fortalece el diafragma y permite controlarlo con más facilidad durante la lectura. También evita que nos duela la garganta de tanto hablar y, peor, si gritamos.
EJERCICIOS DE ARTICULACIÓN:
1. Trabalenguas: el éxito de los trabalenguas está en duplicar, triplicar, cuadriplicar… exagerar la articulación. Si no se exagera la articulación al máximo, no tiene sentido el practicarlo y el profesor tiene que ser el mejor ejemplo y el gran motivador (su propia motivación contagia a los demás).
2. Trabacuentos: se manda a construir cuentos muy simples pero usando una serie de sílabas como tra, tre, tri, tro, tru; cra, cre, cri, cro, cru, etc., y luego se leen abusando de la articulación: Veamos los siguientes ejemplos:
A. En la ciudad trueno había un tren llamado travieso al que se le rompió una rueda porque tropezó con un tronco que obstruyó el paso. Se puso triste y Patricio lo quiso animar tocando la trompeta.
B. En un charco de cualquier punto de Chechenia, había un chino y una chaqueta esperando la llegada de un chaparrón que venía de Cachemira. Ambos eran espías al servicio de un chivato chismoso. Para pasar inadvertidos leían un libro de chistes de Chicago. La chaqueta llevaba una mancha de chorizo en la manga derecha.
3. Lectura de textos dialogados: Los niños leen asumiendo el rol del personaje y enfatizan las entonaciones que se presenten. Para este ejercicio se necesita a dos niños como mínimo. Deben dramatizar su lectura con lo cual también se logra que se desinhiban y pierdan el temor a salir al frente.
Observe:
- Pedro, ¿me podrías decir la hora?
- ¡No me da la gana!
- Por favor… no seas malito… no quiero llegar tarde al colegio.
- ¡¡Ya te dije que no me da la gana!!
- Entonces, ¡nunca más te voy a leer un cuento!
- ¡Las siete y veinte!
4. Lectura de palabras inventadas: Se hace una lista de palabras (pueden ser 10, 20, o 30) que no existen como trofolis, gremies, fabrol, mertrafa, lionje, vilgabro, etc., y se procura que el alumno las lea en el menor tiempo y cada vez que empieza de nuevo lo debe hacer con una mejor pronunciación y en menos tiempo. Este ejercicio le permitirá mejorar su decodificación cuando lea palabras que son de su uso lingüístico.
5. Entonación razonada: Así le llamamos a unos ejercicios que consisten en leer oraciones interrogativas, exclamativas, enunciativas, dubitativas; se da mucho énfasis en la entonación y en la intención del hablante. Es conveniente que se creen oraciones en donde estén presente todos los signos de puntuación.
Ejemplos:
¡Quedan cinco minutos! ¡Llegamos tarde! ¡Date prisa!
En cuanto a lo que hablamos ayer, ¿aceptas o no la oferta que te hice?
Miguel, ¿ya sabes lo que vas a hacer este verano?
¿Ya sabes lo que vas a hacer este verano, Miguel?
¿Tú no te habías enterado todavía? Salió ayer en la prensa.
Es necesario que al docente se le ocurra otras estrategias que bien podrían ser utilizadas y, eso es lo que buscamos, que se atreva a crear otros ejercicios (y compartirlos en la red) y cada vez irlos puliendo hasta encontrar los ideales y mientras tanto, habremos formado a unos buenos lectores que nos darán las mayores satisfacciones cuando los veamos leer con una buena articulación y entonación.
Los dejo por ahora y espero que les sirva esta guía. Son las 23:53 en Perú y, por un momento, pensé que no iba a cumplir lo que les anuncié el día de ayer en el post.
Gracias por leer
Manuel Urbina
prolector@hotmail.com
EJERCICIOS DE RESPIRACIÓN:
Consiga los globitos más pequeños y haga que sus alumnos lo inflen haciendo presión del músculo diafragmático que se encuentra en el vientre. No deben inflar los cachetes o carrillos, deben separar los labios milimétricamente y hacer presión diafragmática.
Hacer abdominales fortalece el diafragma y permite controlarlo con más facilidad durante la lectura. También evita que nos duela la garganta de tanto hablar y, peor, si gritamos.
EJERCICIOS DE ARTICULACIÓN:
1. Trabalenguas: el éxito de los trabalenguas está en duplicar, triplicar, cuadriplicar… exagerar la articulación. Si no se exagera la articulación al máximo, no tiene sentido el practicarlo y el profesor tiene que ser el mejor ejemplo y el gran motivador (su propia motivación contagia a los demás).
2. Trabacuentos: se manda a construir cuentos muy simples pero usando una serie de sílabas como tra, tre, tri, tro, tru; cra, cre, cri, cro, cru, etc., y luego se leen abusando de la articulación: Veamos los siguientes ejemplos:
A. En la ciudad trueno había un tren llamado travieso al que se le rompió una rueda porque tropezó con un tronco que obstruyó el paso. Se puso triste y Patricio lo quiso animar tocando la trompeta.
B. En un charco de cualquier punto de Chechenia, había un chino y una chaqueta esperando la llegada de un chaparrón que venía de Cachemira. Ambos eran espías al servicio de un chivato chismoso. Para pasar inadvertidos leían un libro de chistes de Chicago. La chaqueta llevaba una mancha de chorizo en la manga derecha.
3. Lectura de textos dialogados: Los niños leen asumiendo el rol del personaje y enfatizan las entonaciones que se presenten. Para este ejercicio se necesita a dos niños como mínimo. Deben dramatizar su lectura con lo cual también se logra que se desinhiban y pierdan el temor a salir al frente.
Observe:
- Pedro, ¿me podrías decir la hora?
- ¡No me da la gana!
- Por favor… no seas malito… no quiero llegar tarde al colegio.
- ¡¡Ya te dije que no me da la gana!!
- Entonces, ¡nunca más te voy a leer un cuento!
- ¡Las siete y veinte!
4. Lectura de palabras inventadas: Se hace una lista de palabras (pueden ser 10, 20, o 30) que no existen como trofolis, gremies, fabrol, mertrafa, lionje, vilgabro, etc., y se procura que el alumno las lea en el menor tiempo y cada vez que empieza de nuevo lo debe hacer con una mejor pronunciación y en menos tiempo. Este ejercicio le permitirá mejorar su decodificación cuando lea palabras que son de su uso lingüístico.
5. Entonación razonada: Así le llamamos a unos ejercicios que consisten en leer oraciones interrogativas, exclamativas, enunciativas, dubitativas; se da mucho énfasis en la entonación y en la intención del hablante. Es conveniente que se creen oraciones en donde estén presente todos los signos de puntuación.
Ejemplos:
¡Quedan cinco minutos! ¡Llegamos tarde! ¡Date prisa!
En cuanto a lo que hablamos ayer, ¿aceptas o no la oferta que te hice?
Miguel, ¿ya sabes lo que vas a hacer este verano?
¿Ya sabes lo que vas a hacer este verano, Miguel?
¿Tú no te habías enterado todavía? Salió ayer en la prensa.
Es necesario que al docente se le ocurra otras estrategias que bien podrían ser utilizadas y, eso es lo que buscamos, que se atreva a crear otros ejercicios (y compartirlos en la red) y cada vez irlos puliendo hasta encontrar los ideales y mientras tanto, habremos formado a unos buenos lectores que nos darán las mayores satisfacciones cuando los veamos leer con una buena articulación y entonación.
Los dejo por ahora y espero que les sirva esta guía. Son las 23:53 en Perú y, por un momento, pensé que no iba a cumplir lo que les anuncié el día de ayer en el post.
Gracias por leer
Manuel Urbina
prolector@hotmail.com
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