martes, 2 de septiembre de 2008

LECTURA VELOZ: LEA 2000 PALABRAS POR MINUTO

Seguramente usted, amigo lector, ha escuchado hablar de los cursos de Lectura Veloz o Lectura Rápida, y también es seguro que ha sentido curiosidad por saber cómo funcionan o cuáles son sus estrategias de enseñanza.

Estos cursos, si son correctamente enseñados, no tienen como objetivo principal que el alumno lea 2000 o 3000 palabras por minuto (si le prometen ello, desconfíe), sino que el alumno mejore la comprensión de textos y desarrolle hábitos de lectura. Si un alumno logra leer (y comprender) a una velocidad de 450 palabras por minuto, ya se le puede considerar como un lector avanzado ya que el promedio de lectura en un estudiante de secundaria bordea las 150 ppm, es decir, si el curso es bueno y la institución es seria, usted podría triplicar su velocidad lectora y comprender mejor los textos.

Si le ofrecen un curso de Lectura Veloz y le prometen velocidades industriales, haga algo sencillo: Busque un texto expositivo o argumentativo (no un cuento o similares) y léalo previamente, luego dígale al vendedor que le haga la demostración de su lectura a 2000 ppm (cosa que no lo van a hacer porque le van a poner mil pretextos para no leer) y que le explique lo que ha entendido. Si se da el caso, tome el curso lo más rápido posible.

Es frecuente que al interesado en el curso lo sometan a una evaluación gratuita para hacer un diagnostico sobre su nivel de comprensión y, resulta curioso, que todos los evaluados obtengan resultados “pésimos” en comprensión y, ¿sabe usted por qué? La respuesta es fácil: le hacen leer un texto de uso de especialistas en una materia (biólogos, filósofos, astrónomos, lingüistas, etc.) con lo cual usted no va comprender nada, porque para comprender un texto de ese tipo es necesario que el lector sea capaz de comprender ese vocabulario o lenguaje técnico (al especialista le ha costado mucho tiempo), además se requiere de la experiencia previa o investigación en ese campo especializado. Al final le hacen creer que su comprensión o la de su hijo es pésima y, por lo tanto, le generan una enorme ansiedad para tomar el curso. Vea usted esta lectura y trate de entenderla:

Ahora, observen esto: la restricción tiende a provocar a un mismo tiempo la carestía y la baratura de mal género; la mala carestía porque disminuye la oferta; este es su fin confesado; y la mala baratura, porque también disminuye la demanda, puesto que da una falsa dirección a los capitales y al trabajo, y abruma a la clientela con trabas e impuestos; de modo que, en cuanto a los precios, estas dos tendencias se neutralizan; y he aquí, por qué este sistema que restringe al mismo tiempo la demanda y la oferta, ni siquiera realiza en definitiva esa carestía que es su objeto”.

Esta es una de las técnicas más sucias que utilizan los vendedores del curso, ya que el lector no podrá responder a las cinco o diez preguntas (más engañosas aún) y termina creyendo que el curso le dará la solución.

No se deje sorprender por los anuncios y casos que aparecen en donde fulano lee 4,500 ppm o mengano lee 6750 ppm; es mejor que usted averigüe sobre la credibilidad de la empresa y eso lo puede hacer colocando ese nombre en los buscadores de Internet. Si hay denuncias aparecerán en las pantallas porque la gente cuando ha sido estafada o engañada lo denuncia en páginas como www.apestan.com . Pregunte a, por lo menos, tres personas que estén haciendo o hayan hecho el curso sobre los resultados que ha obtenido con dicho curso. (Si alguien cree que puede leer 2000 ppm, en una primera lectura, yo lo invito a someterse a una evaluación en el lugar que desee y me comprometo a hacer un desagravio público en el caso que lo haga).

Personalmente, estoy convencido en la eficacia de los cursos de Lectura Veloz, cuando son bien enseñados y cuando la institución es seria y responsable, ya que la gran mayoría de lectores lee utilizando el sistema fonológico, es decir, cuando leen en silencio, miran la palabra de izquierda a derecha y la van pronunciando y la escuchan mentalmente. Tampoco son capaces de ver la palabra como un todo y mucho menos ver grupos de palabras (sintagmas de dos o tres vocablos) de una sola fijación visual, con lo cual desarticulan toda la información gráfica en la memoria de trabajo y ello impide la construcción de significados. Las escuelas de Lectura Veloz lo que hacen es “rescatar” al lector de su nivel fonológico y lo llevan a la lectura a través de la “estrategia visual o global” con lo cual el lector aprende a ver sintagmas o grupos de palabras y de esta manera pueden acceder a los significados con mayor rapidez. Leer haciendo fijaciones le permite al lector estar más atento y más concentrado en relacionar significados y realizar construcciones semánticas. Desarrollar la velocidad lectora es una de las variables más importantes para poder acceder a la comprensión de textos.

Hemos aplicado, un programa de Lectura Veloz a alumnos de primaria y secundaria y los resultados que hemos obtenidos son muy alentadores, por ello, manifiesto que sí son eficaces estos cursos, pero también me indigna que hayan “malas empresas” que solo busquen enganchar al alumno y le hagan pagar miles de dólares y a cambio no cumplan con desarrollar en ellos ni sus hábitos lectores, ni su comprensión total, y, en consecuencia mucha gente termine creyendo que la Lectura Veloz es una opción inútil.

Gracias por leer

Manuel Urbina
prolector@hotmail.com

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