lunes, 4 de febrero de 2008

LOS PADRES SON LOS MEJORES ALIADOS PARA FORMAR LECTORES


En Olaberria, España, se ha organizado un curso especialmente dirigido a los padres de menores que cursan los primeros grados; el curso trata sobre el niño y la lectura. Este hecho me llama mucho la atención y me genera una envidia cultural al mismo tiempo, porque desarrollar habilidades y hábitos lectores no es una tarea tan sencilla cuando existe un divorcio entre el hogar y la escuela del niño (no incluyo a las instituciones gubernamentales porque éstas no atan ni desatan en el tema).


Los padres acuden a capacitarse para poder ayudar a sus hijos a iniciarse en la lectura; aprenden de una manera científica los pasos que se deben seguir para fomentar y desarrollar el gusto y hábito por los libros. Entonces, la intuición y las buenas intenciones no son suficientes para conducir al niño por el sendero de la lectura; nos podemos equivocar -claro, somos humanos- pero no cuando se trata del futuro lector de nuestros hijos o alumnos.

En los colegios, al menos de Lima, no hay una actitud por capacitar a los padres en esta materia y que yo sepa nunca se ha dado una charla sobre la importancia de la lectura en el proceso de aprendizaje del alumno.

¿Qué esperamos?, los padres serían nuestros mejores aliados, y, por otro lado, el hecho tan solo de programar una reunión –una por cada aula- podría ser el detonante para que los profesores se preocupen por autoinstruirse ya que en internet existen miles de páginas, actualizadas y de primer nivel, orientadas a la formación lectora.

No lo piense mucho, amigo. Proponga una reunión con los padres y verá cómo encuentra mucha información sobre el tema, y si en algo podría ayudar, cuente conmigo que sería un honor estar de su lado.

Educar no solo es trasmitir información buena, regular, mala o excelente (entonces seríamos trasmisores como la radio), educar es hacer que el alumno, con nuestra ayuda, construya nuevos aprendizajes, pero no memorísticos o de paporreta sino aprendizajes significativos, es decir, esos que quedan, marcan y se convierten en peldaños para nuevos aprendizajes formativos y académicos. Hagamos que nuestros alumnos aprendan a leer para que después, lean para aprender porque la lectura es el corazón del aprendizaje.


Gracias por leer

Manuel Urbina
prolector@hotmail.com



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