miércoles, 10 de diciembre de 2008

Más sobre la Taxonomía de Barret

(Doy respuesta, desde este blog, a unas preguntas que me hicieron desde otro, del cual me he desligado hace buen tiempo)


Estuve revisando sobre los niveles de comprensiòn lectora y algunos autores hablan de la taxonomìa de barret, a la que aludes. lo que no encuentro es sobre esta taxonomìa. por qué se llama barret. si es el nombre de una persona o qué. me gustaria contar con la fuente directa sobre el tema. saludos y éxitos (JOAQUÍN)


Me gustaria saber donde encuentro libros sobre la comprension lectora según barret que me parece interensante. (JESSICA)


hola, estuve leyendo tu trabajo y me pareció muy interesante. Me gustaria profundizar el tema, para mejorar la comprensión en mis estudiante con esta metodología, te agradecería me regales bibliografia al respecto para documentarme. (NADIA)


Estoy realizando mi Tesis en comprensión lectora, teniendo como referente la Taxonomía de barret. Me gustaría que me apoyaras con material y bibliografía del tema. (ALEJANDRINA)


(sobre el tema: http://mundomagico.obolog.com/taxonomia-barret-75570)


La bibliografía original está en inglés y es un libro que me ha sido difícil conseguir -por el momento-, pero he encontrado información en el libro "La lectura: teoría, evaluación y desarrollo" de Mabel Condemarín y Felipe Alliende, Editorial Andrés Bello, 1993, Chile


Al igual que ustedes, pienso que a través de su taxonomía podemos hacer una evaluación más objetiva sobre el nivel de comprensión que puede tener un alumno ya que no solo va dirigido al tipo de preguntas extractivas como son las literales y hasta las inferenciales básicas. A través de las preguntas podemos evaluar la capacidad analítica, reflexiva y crítica del alumnado lo cual no siempre tiene una respuesta exacta porque dependerá de la percepción que tenga el evaluado y, también, le permitirá responder libremente haciendo uso de su derecho personal de enfocar los temas lo cual es una forma de fomentar la democracia de respetar las ideas que mis compañeros puedan decir.

Se me ocurre un ejemplo:


"Eran las tres de mañana y Robert salió a toda velocidad en su Ferrari rojo; al parecer no llevaba nada. Las calles estaban desiertas y una ligera lluvia se hacía sentir"


Lo extractivo o literal estaría en relación a:


¿A qué hora salió?
¿Cuál era el nombre del personaje?, etc.


Lo inferencial podría ser:


¿Crees que Robert estaba apurado?, ¿por qué?
¿A qué nivel socio-económico pertenecería Robert?


Lo analítico, reflexivo, crítico podrían ser:


¿A dónde cres que se dirigía Robert?
¿Cuál sería la edad promedio de Robert?
Si tuvieras un Ferrari, ¿qué harías?
¿Hizo bien al salir a esa hora?, ¿por qué?
¿Es bueno ir a mucha velocidad?


Como verán las preguntas del último grupo requieren de un mayor análisis y no solo puede haber una respuesta, sino varias; las cuales dependerán de la argumentación coherente que realice el alumno. Por ejemplo, si frente a la pregunta: ¿A dónde crees que se dirigía Robert?, (tengamos presente que la marca del auto nos habla de su estatus socio-económico; el color rojo, de su juventud, y se dice que no llevaba bolsas o maletas), no podrían ser respuestas:


"Iba al hospital porque se sentía mal", "a su trabajo", "a una fiesta", "a comprar algo para comer o tomar".


Podría ser una respuesta tentativa: "Iba al aeropuerto a recoger a alguien de su familia", y la lógica nos dice que ello es posible por la frecuencia de los vuelos, sin embargo, si decía "Iba al aeropuerto porque se iba de viaje", ya no tendría la misma fuerza coherente, porque uno de los datos que me da el texto es que Albert no llevaba equipaje alguno. Sin embargo, no podemos, tampoco encasillarnos a una sola respuesta porque la imaginación y genialidad de los alumnos nos pueden sorprender más de una vez.


De allí la importancia de la evaluación de la lectura a través del modelo Taxónomico de Barret que nos da la posibilidad de evaluar el nivel de comprensión del alumno desde varias dimensiones y no solo a través de preguntas literales que se realizan casi de manera mecánica. Tener alumnos reflexivos, analíticos, críticos dependerá de nosotros en la medida que nuestras actividades académicas desarrollen estas capacidades.



Gracias por leer


Manuel

sábado, 6 de diciembre de 2008

Señor: Su hijo no sabe leer...

Era la segunda vez que en el cuaderno de control de Andrés, la profesora de Comunicación escribía lo siguiente: "Sr. Padre de Familia: Su hijo no sabe leer, necesita practicar. Ayúdenlo en casa".

Don Camilo, padre de Andrés, leyó y releyó el mensaje ,angustiado, unas cinco veces y aún parecía que no comprendía lo que la profesora le había escrito. Recordó muchas de las cosas que había hecho para que su hijo desarrolle el gusto por la lectura y ahora esta noticia le resultaba "no creíble". No podía ser, algo estaba mal, porque su hijo que había cumplido 8 años era un lector potencial.

Entre las cosas que don Camilo había hecho deliberadamente para que Andrés se convierta en un gran lector estaban:

1. Le contaba casi todos los cuentos clásicos, adaptándolos para la edad de su hijo.
2. Cuando ya no hubo más cuentos conocidos, se había dedicado a inventarle uno tras otro. El mismo se sorprendía de la fluidez para crear historias de animalitos, hadas, doncellas, brujas, príncipes. Veía con sumo placer cómo Andresito disfrutaba de cada historia.
3. Invertía grandes sumas de dinero en la compra de libros infantiles especialmente hechos para niños de dos a cinco años, cada semana adquiría uno o dos textos de alguna colección de literatura infantil editada por los periódicos locales.
4. Lo llevaba a la sección de literatura infantil de los supermercados, de las ferias nacionales e internacionales del libro, y le había construido una biblioteca exclusiva (en forma de una cabaña) para sus libros y otros juguetes.
5. Él, personalmente, se ponía a leer delante de su hijo y de manera exagerada se reía o hacía comentarios positivos sobre el libro que tenía en la mano, todo con la intención de que su hijo lo observase.
6. Él inventaba un cuento y Andrés inventaba otro; al final, los cuentos de Andrés eran más originales.
7. Lo había llevado a muchas bibliotecas, tan solo para que vea la cantidad de gente que leía. Le pedía a los bibliotecarios que le permitan pasar por los pasadizos llenos de libros codificados; algunas veces no se lo permitieron. En una ocasión lo llevó a una imprenta donde se compaginaba un libro escolar.
8. Cuando Andrés aprendió a leer, ambos se turnaban para leer un texto, luego comentaban la historia y terminaban en una chacota.
9. Todas las películas infantiles que Andrés veía, siempre estaban subtituladas al español. Así tendría la oportunidad de leer pues la motivación en un filme para niños es intrínseco.


Había invertido dinero, tiempo y dedicación en la formación lectora de su hijo y ahora la profesora de Comunicación le escribía diciéndole que su hijo no sabía leer. Don Camilo decidió ir al colegio de Andrés para despertar de esta pesadilla que no se atrevía a aceptar.

Al día siguiente, muy temprano, don Camilo y Andrés se dirigieron al colegio. Era viernes y había formación general; Andrés se despidió de su padre y se dirigió al enorme patio donde se encontraban algunos de sus compañeros.

Don Camilo se dirigió a la sala de profesores, con el cuaderno de control en la mano, y en el camino se encontró con la profesora de Comunicación. La saludó seriamente y le dijo que venía por la nota que le había escrito. Don Camilo era un tipo alegre, carismático, hiperactivo y educado, sin embargo, aquella mañana, su rostro decía todo lo contrario. Parecía una fiera que estaba dispuesta a todo con tal de proteger a su cachorro. Respiró lentamente, pues, él mismo no se reconocía; volvió a respirar y trató de controlarse porque no había ido a un campo de batalla, sino a conversar sobre la nota que, en verdad, sí le angustiaba.

- Profesora, ayer el leído esta nota en el cuaderno de control de mi hijo y quisiera que me explique qué es lo que quiere decir.-habló seriamente don Camilo.

La profesora, acostumbrada a ver las reacciones y gestos en los rostros de sus alumnos, se dio cuenta de que esta conversación no iba a ser una de las tantas que tenía con otros padres; también respiró lentamente y habló:

- Efectivamente, señor Benítez, he podido observar que su hijo aún no sabe leer correctamente y usted debe saber que es importante que los niños dominen la lectura desde los primeros grados. Por eso le escribí y espero contar con el apoyo de usted para que Andrés aprenda a leer correctamente.

Don Camilo la miraba atentamente, sin embargo, cuando escuchó la última parte sintió como si una descarga eléctrica le sacudía de pies a cabeza. Era un golpe bajo a tantas cosas que había hecho a fin de que su hijo adquiera el gusto por la lectura. No tuvo tiempo para respirar y contestó:

- ¡Usted quiere decir que mi hijo no comprende lo que lee!

- No, no -dijo la profesora- Andrés es el mejor alumno en compresión de textos, es el más rápido y es el que más participa cuando hacemos las lecturas; por él que toda la clase sea para leer.

Don Camilo sintió que el Espíritu Santo descendía sobre su cuerpo, sentía que volvía la vida a ser bella. Sabía que a Andrés le gustaba la lectura, aunque lo había dudado un poco y, ahora, al escuchar las palabras de la profesora se sintió orgulloso y vio que sus esfuerzos por incentivar la lectura en su hijo no habían sido en vano. Ya más tranquilo, don Camilo se dio cuenta de lo que la profesora le había tratado de decir y su diablito interior le hizo sonreír.

- El problema que tiene Andrés -continuó la profesora- es que cuando le doy un texto para que lea en voz alta, no lo lee respetando los signos de puntuación, no hace pausas entre las oraciones y, además, a veces omite, agrega o cambia las sílabas de las palabras que va leyendo.

Don Camilo se había dado cuenta de que para la profesora el acto de leer significaba un proceso de articulación y entonación adecuadas, mientras que para él, leer significaba comprender el texto. (continúará)

Gracias por leer


Manuel Urbina

La risa y la sonrisa en la lectura

En toda actividad académica debe darse inexorablemente la evaluación ya sea durante el proceso o al final de él. Y el objetivo final de la evaluación por ningún motivo es obtener una nota que cuantifique el aprendizaje, sino usar este referente como un instrumento que me sirva para comprobar si se están cumpliendo o se han cumplido los objetivos programados en mi sesión de clases. Si, por ejemplo, un alumno no responde a los indicadores con los que los evalúo, ello me exige moral y profesionalmente, realizar nuevas actividades académicas a fin de conseguir el objetivo. Entonces la evaluación se convierte en una gran herramienta para que todos los alumnos puedan llegar a adquirir las capacidades que exigen las competencias programadas. Los indicadores de la evaluación se obtienen generalmente a través de la interacción alumno-docente a través de pruebas escritas, diálogos, presentación de trabajos, exposiciones, etc.

En el caso de la evaluación de la lectura hay indicadores que me permitirán saber si el alumno comprende el texto en la medida de las dimensiones que me parezcan necesarias. Y uno de los mejores indicadores que me señalan que el alumno está comprendiendo el texto es esa sonrisita o los gestos particulares que hace durante la lectura. Si les permitimos (intencionalmente) expresarse con toda libertad durante la lectura, veremos cómo nuestros alumnos tienen distintas formas de manifestar esos sentimientos que genera la lectura. Evidentemente, habrá alumnos casi inexpresivos frente a la lectura y ello nos puede indicar varias cosas: no es el tema que le gusta, no tiene hábitos lectores, la motivación no ha sido la más adecuada, es su carácter, etc.

Cada alumno nos dirá mucho con sus gestos y de allí aprenderemos en la misma proporción. No hay cosa más hermosa -para mí y para muchos- que ver sonreír a un niño cuando lee. Ese acto no verbal nos dice mucho: que comprende lo que lee, que el tema es de su agrado, que disfruta de la lectura, que sus mecanismos de atención y concentración se están reforzando, que sus esquemas mentales están en proceso de organización, que es un lector potencial, que es feliz..., que Dios existe.

Gracias por leer

Manuel

viernes, 28 de noviembre de 2008

EJERCICIOS DE PROGRESIÓN TEMÁTICA PARA LA COMPRENSIÓN DE TEXTOS

La progresión temática es un mecanismo mediante el cual un texto se va expandiendo a partir de una idea que va desencadenando otras y el alumno ha de estar muy atento para seguir la secuencia original de estas oraciones. La primera oración va a dar pistas para que el lector pueda llegar a la siguiente y esta a la otra hasta llegar al final. Nos equivocaremos si caemos en contradiciciones y perdemos la coherencia del texto.

Para crear estos ejercicios necesitaremos componer un texto constituido por cinco o seis oraciones (simples o compuestas) y a partir de la primera deberemos ir dejando huellas para que el alumno pueda identificar a la siguiente y así sucesivamente. Una vez que tengamos el texto completo procederemos a la creación del ejercicio cambiando la secuencia original de la composición.

Aquí les dejo unos que escribí anoche para una práctica con mis alumnos de 9 a 12 años.

EJERCICIO 1
( ) A ella le gustaba contar cuentos y a ellos les agradaba más escucharlos.
( ) Una señora había salido de su casa muy temprano.
( ) Al volver su madre, los encontró dormidos junto a la tía.
( ) Sus dos hijos se quedaron en compañía de su hermana menor.
( ) Aquel día los pequeños la pasaron muy bien e incluso no tomaron la avena con leche ni extrañaron a su mami.

EJERCICIO 2

( ) Luego, con mucha delicadeza se iba levantando y después subía por las escaleras hasta la parte más alta del castillo.
( ) Se quedaba unos minutos inmóvil y parecía que durante ese tiempo recordaba quien era en realidad.
( ) El conde Drácula dormía durante el día en un ataúd de madera ubicado en el sótano de un viejo castillo.
( ) Increíblemente se arrojaba al vacío y en ese instante su cuerpo se transformaba en un pequeño murciélago.
( ) Al llegar la noche la extraña criatura abría su sarcófago y sus ojos se iluminaban como si fueran dos lunas llenas.

EJERCICIO 3

( ) La novia estaba muy contenta porque faltaban cuatro horas para su matrimonio.
( ) Le dijo que recién había llegado y que se encontraba en el aeropuerto.
( ) En efecto, se casaron y se fueron de luna de miel al castillo de Chancay.
( ) Al poco rato sonó el teléfono y era justamente don Ricardo, su padrino.
( ) Ya estaba prácticamente lista, solo faltaba que lleguen sus padrinos.
( ) En ese momento la hermosa novia se dio cuenta que todo iba a salir bien.


Claves:
Ejercicio 1: 3, 1, 4, 2, 5
Ejercicio 2: 4, 3, 1, 5, 2
Ejercicio 3: 1, 4, 6, 3, 2, 5,



OTRA FORMA DE PROPONER LOS MISMOS EJERCICIOS

Estos mismos ejercicios se pueden proponer de diferente forma:
Cambiamos el orden natural de la oraciones y las juntamos en un mismo texto, solo que al inicio de cada una iremos colocando números correlativos (ver los textos propuestos). Esta nueva forma de presentar el mismo ejercicio aumenta "perceptiva y mentalmente" el nivel de la prueba debido a que las oraciones ya no aparecen aisladas (como en los anteriores), sino en un solo texto. Habrá que estar más atento y concentrado para encontrar la secuencia temática y la unidad de coherencia del texto.

EJERCICIO 1

(1) A ella le gustaba contar cuentos y a ellos les agradaba más escucharlos. (2) Una señora había salido de su casa muy temprano. (3) Al volver su madre, los encontró dormidos junto a la tía. (4) Sus dos hijos se quedaron en compañía de su hermana menor. (5) Aquel día los pequeños la pasaron muy bien e incluso no tomaron la avena con leche ni extrañaron a su mami.
La secuencia correcta sería: ( ), ( ), ( ), ( ), ( ),

EJERCICIO 2

(1) Luego, con mucha delicadeza se iba levantando y después subía por las escaleras hasta la parte más alta del castillo. (2) Se quedaba unos minutos inmóvil y parecía que durante ese tiempo recordaba quien era en realidad. (3) El conde Drácula dormía durante el día en un ataúd de madera ubicado en el sótano de un viejo castillo. (4) Increíblemente se arrojaba al vacío y en ese instante su cuerpo se transformaba en un pequeño murciélago. (5) Al llegar la noche la extraña criatura abría su sarcófago y sus ojos se iluminaban como si fueran dos lunas llenas.
La secuencia correcta sería: ( ), ( ), ( ), ( ), ( )

EJERCICIO 3

(1) La novia estaba muy contenta porque faltaban cuatro horas para su matrimonio. (2) Le dijo que recién había llegado y que se encontraba en el aeropuerto. (3) En efecto, se casaron y se fueron de luna de miel al castillo de Chancay. (4) Al poco rato sonó el teléfono y era justamente don Ricardo, su padrino. (5) Ya estaba prácticamente lista, solo faltaba que lleguen sus padrinos. (6) En ese momento la hermosa novia se dio cuenta que todo iba a salir bien.
La secuencia correcta sería: ( ), ( ), ( ), ( ), ( ), ( )


Gracias por leer

Manuel

miércoles, 26 de noviembre de 2008

LA IMPORTANCIA DE LOS TRABALENGUAS EN LA LECTURA ORAL


Los trabalenguas constituyen una de las herramientas más valiosas para la correcta lectura en voz alta. La pronunciación de los trabalenguas debe ser a través de la lectura de varios de ellos (mientras sea nuevo o desconocido, será mejor), por lo tanto, no es recomendable que el alumno memorice el trabalenguas porque para ello tendrá que repetirlo una y otra vez (lo cual no está mal) hasta dominar cada término y le quitará la dificultad (para eso son) inherente a estos ejercicios. El alumno deberá leer los trabalenguas de sus textos cuantas veces considere el profesor, pero sin buscar la memorización.

Retrocedamos un poco; cuando la mayoría de los niños leen en voz alta hacen una lectura en donde se puede apreciar que no pronuncian la palabra en su totalidad, sino sílaba por sílaba (mi-a-bue-li-ta-me-di-jo-que-me-quie-re-mu-cho) y ello nos da indicios de que el aprendizaje de la lectura fue a través del método fonológico y, en consecuencia, su decodificación o el proceso de conversión grafema-fonema no está automatizado y el niño debe dominarlo (a los 8 años) para que pueda leer "en voz alta" adecuadamente.

A través de la práctica y ejercicios (que no son nada difíciles) se puede lograr que los niños lean un poco mejor (mi-abuelita-me-dijo-que-me-quiere-mucho), sin embargo, para alcanzar la Fluidez Lectora el niño tendrá que aprender a leer grupos fónicos y para ello se les deberá enseñar a interpretar los signos de puntuación (no a conocer el centenar de reglas de uso de los signos de puntuación).

Mi abuelita // me dijo // que me quiere mucho//
Mi abuelita me dijo // que me quiere mucho//

En http://mundomagico.obolog.com/guia-mejorar-velocidad-lectora-lectura-oral-124936 podrán encontrar más información sobre el uso de los trabalenguas y otros ejercicios que buscan el desarrollo de una buena Fluidez Lectora.


Gracias por leer

Manuel


Trabalenguas:
http://www.elhuevodechocolate.com/trabale1.ht
http://www.nacnet.org/assunta/trabalen.htm
http://www.angelfire.com/ne/bernardino/trabalen.html

lunes, 24 de noviembre de 2008

UNAS PERLAS EN "TRAS LA PISA DEL ABUELO"


Estuve leyendo el libro "Tras la pista del abuelo" de Alfredo Gómez Cerdá, publicado por Santillana (Alfaguara infantil) y, encontré unas perlas que están vinculadas, primero, con la lectura comprensiva, y, segundo, con el uso de los dedos como guía de lectura, veamos:

"Los abrió y comenzó a hojearlos. Primero uno y luego otro. Estaban subrayados por todas partes e, incluso, en algunas páginas había escritas a mano anotaciones en los márgenes. Quien hubiera leído aquellos libros lo había hecho con los cinco sentidos, no cabía duda".

Vea: http://mundomagico.obolog.com/herramientas-lectura-127844

"Entonces Valentina sintió un impulso extraño y notó cómo una fuerza misteriosa guiaba su mano derecha hacia unas páginas del segundo libro, hasta posarse sobre ellas. Luego, sus dedos fueron recorriendo algunos renglones y al pasar sobre las letras escritas a mano sintió un escalofrío".

Vea: http://mundomagico.obolog.com/usar-dedito-leer-maximo-128176

Como dije al inicio, el encuentro con estos fragmentos constituyen unas perlas que nos hablan de la importancia de la lectura activa para poder llegar a comprender lo que dice y lo que quiso decir el autor del texto.
Respecto de la obra "Tras la pista del abuelo" debo confesar que tanto a mi esposa, a mi hija Yvonne (9) y a mí nos ha parecido una historia "excelente" porque su argumento es muy original y los hechos que se van dando atrapan al lector y los obliga a continuar para saber cómo Valentina puede salir de cada una de las aventuras en que se involucra a fin de saber cómo era su abuelo Valentín a quien ella lo había visto, desde que era muy pequeñita, sentado con la mirada perdida (tenía muerte cerebral).

Sobre el autor y la obra:

http://www.almezzer.com/index.php?option=com_content&task=view&id=104&Itemid=47

Ojalá que mis colegas profesores puedan conseguir esta hermosa historia y compartirla con sus alumnos (a partir de 8 años): les va a encantar.


Gracias por leer

Manuel

lunes, 20 de octubre de 2008

X CONGRESO LATINOAMERICANO PARA EL DESARROLLO DE LA LECTURA Y ESCRITURA: Leer para mejorar la calidad de vida


INVITACIÓN
El Consejo Directivo de la Asociación Peruana de Lectura APELEC, filial nacional de la Internacional Reading Association – IRA, tiene el placer de comunicarles que nuestro país ha sido designado como sede del X CONGRESO LATINOAMERICANO PARA EL DESARROLLO DE LA LECTURA Y ESCRITURA, cuya organización ha sido encomendada a nuestra institución.
Por tal motivo, INVITAMOS a todos los educadores: docentes, padres de familia y profesionales que de una u otra forma están vinculados con la promoción de la lectura; para participar en este significativo evento internacional, que se llevará a cabo en la ciudad de Lima, del 30 de julio al 1 de agosto de 2009.
El Congreso, cuenta con el auspicio oficial del Ministerio de Educación y el auspicio académico de la Universidad Marcelino Champagnat en cuya sede se desarrollarán las conferencias magistrales, paneles, talleres y demás modalidades que conforman el nutrido Programa.

Asimismo, agradecemos a todas las instituciones de la sociedad civil, universidades, iglesias, empresas públicas y privadas, medios de comunicación social, gobiernos locales y regionales por su participación como auspiciadores o (demostrando su sensibilidad social), con la donación de becas que harán posible la presencia de maestros del interior del Perú en este significativo evento que no dudamos repercutirá positivamente en el mejoramiento de la calidad educativa que tanto anhelamos.

Afectuosamente,

Mario Amorós Terrones
Presidente APELEC-PERÚ







lunes, 13 de octubre de 2008

UNA OPERACIÓN SENCILLA PARA DETERMINAR LA VELOCIDAD LECTORA


Esta evaluación se hace a nivel individual, es decir, alumno por alumno y necesitamos obligatoriamente un reloj con cronómetro (hoy aparecen en los teléfonos móviles) y un texto cuyo número de palabras estén consignados.

Para saber la cantidad exacta de palabras haga lo siguiente: Coloque el texto que va ha ser leído en WORD (Microsoft), déle un clic a ARCHIVO y busque la opción PROPIEDADES, luego ESTADÍSTICAS y encontrará el número exacto de palabras que tiene la lectura.

Controle el tiempo de lectura desde el inicio hasta el final y obtenga la velocidad lectora a través de la siguiente operación:

Divida el número de palabras del texto entre el tiempo de lectura convertido en segundos y, finalmente, multiplíquelo por 60 y nada más. El resultado es la velocidad lectora de ese alumno.

Voy a ponerles un ejemplo:

El texto que vamos a leer tiene 407 palabras (verifíquelo, por favor):

-Siempre he sido distraído; ya es de noche y ni me había dado cuenta qué hora es, ni qué día es hoy, ni cuándo es mi cumpleaños -dijo el enano.

-Ya lo sé -contestó la enana- siempre te olvidas hasta de tu nombre, pero lo bueno es que eres el hombre más bondadoso del mundo. No sé si es por tu distracción o porque tienes el corazón de los hombres grandes que no conoce odios ni resentimientos.

-No es para tanto -respondió el enano- claro que sé que mi nombre es..., es..., ah..., ya sé... mi nombre es Fortunato Tomás Massi Silva. No es tan difícil, solo es cuestión de recordar el primero y los demás van apareciendo solos. Además, no soy tan bueno como tú me pintas; el otro día, sentí envidia al ver crecer a unos niños.

La diminuta mujer lo miraba tiernamente, parecía que le gustaba verlo en estas situaciones en donde él trataba de parecer un tipo duro y cruel.

Se habían conocido en un circo italiano hacía ya nueve años y desde entonces, ellos no se habían separado ni un solo día. Ambos se querían con un amor tan puro, inocente y hasta casi infantil. Ella lo amaba tiernamente y él la amaba tanto que nunca se olvido de llamarla por su nombre.

Un día domingo, mucha gente había ido al circo, y el pequeño realizaba su acostumbrado acto: caminaba sobre la cuerda floja a cinco metros de altura. Se le veía distraído, preocupado, parecía que este no era el día que él hubiera querido que sea.

Cuando faltaba muy poco para finalizar su acto, perdió el equilibrio y cayó violentamente. Hubo un silencio breve que encendió cientos de voces y gritos desesperados.

El pequeño, tirado de bruces, contó mentalmente hasta veinte y se levantó como si hubiera sido expulsado por un cañón; caminó hacía el centro del escenario y saludó al público que despertaba del engaño. Recordaron que los enanos, siempre hacen cosas de ese tipo.

El hombrecito había caído sobre un colchón de espuma, especialmente camuflado en el suelo, con el que daba fin a su gran actuación. Lo aplaudieron hasta que desapareció tras el enorme telón rojo, salpicado de estrellas.

Su compañera, como era costumbre, lo esperaba en la pequeña carpa azul ya casi lista para realizar el próximo número en la jaula de los leones africanos. Lo vio llegar y le regaló la sonrisa más tierna del mundo.

(407 palabras)

Supongamos que tenemos cuatro alumnos:

El alumno A: 56 segundos

El alumno B: 1 minuto y 12 segundos (equivale a 72 segundos)

El alumno C: 1 minuto y 48 segundos (equivale a 108 segundos)

El alumno D: 2 minutos y 23 segundos (equivales a 143 segundos)

Operamos:

El alumno A: 407/56 x 60= 436 p.p.m (palabras por minuto)

El alumno B: 407/72 x 60= 339 p.p.m

El alumno C: 407/108 x 60 = 226 p.p.m

El alumno D: 407/143 x 60 = 171 p.p.m

Toda prueba de evaluación de la velocidad lectora deberá estar acompañada de la prueba de comprensión (que es el mismo texto) con un mínimo de cinco preguntas y que evalúen los diferentes procesos de la lectura y para ello podríamos aplicar la taxonomía de Barret (da mucha importancia los tipos de preguntas para que la evaluación tenga un carácter integral)


Quiero poner un ejemplo de las preguntas según la taxonomía de Barret y para ello se me ocurre esta historia corta.


"Un niño caminaba alegremente por la vereda de la calle, pero cuando observó a lo lejos su reluciente casa su semblante alegre cambió. Sus pasos se hicieron lentos y no supo cómo iba a explicar el cero ocho que había obtenido en la prueba de comprensión lectora. Recordó que en las pruebas anteriores también había salido con bajas notas, aunque en Matemáticas tenía la más alta nota del aula: 20".

PREGUNTAS LITERALES
1. El niño cambió de semblante al ..............................
2. Escribe V de verdadero o F de falso en las oraciones según el texto:
a) El niño en ningún momento pensó regresar a su casa (.........)
b) Era un niño que estaba mal en todos los cursos (.........)

PREGUNTAS DE REORGANIZACIÓN
1. Usa tus propias palabras y en dos líneas trata de resumir el texto leído.
2. Relaciona los elementos de la derecha con los de la izquierda trazando una línea.
buenas notas .................... no se sabe
malas notas .................... aritmética
regulares notas................... razonamiento verbal

PREGUNTAS DE COMPRENSIÓN INFERENCIAL
1. ¿Qué crees que le pasó al niño cuando llegó a casa?
2. ¿Por qué crees que este niño tenía problemas en las pruebas de comprensión?

PREGUNTAS DE ANÁLISIS PROFUNDO
1. Según la historia que hemos leído, tú crees que es correcto que los alumnos siempre destaquen y tengan buenas notas en todos los cursos. Explícalo según tu punto de vista.
2. Si estuvieses en el mismo caso del alumno, ¿de qué manera enfrentarías este hecho?

PREGUNTAS DE APRECIACIÓN
1. Conoces algún caso parecido al que hemos leído. Escríbelo brevemente.
2. Crees que esta historia nos enseña algo importante; usa tus propias palabras y explícalo.

Espero que pueda ayudar en algo


Gracias por leer

Manuel Urbina

martes, 16 de septiembre de 2008

LAS HERRAMIENTAS PARA LA LECTURA

Si voy a leer un texto argumentativo necesito, obligatoriamente, contar con herramientas de apoyo, pues de lo contrario prefiero no leer y realizar otra actividad o, simplemente, descansar. No es lo mismo leer un texto narrativo (una novela, un cuento, un mito, una fábula, etc.) que uno argumentativo (un ensayo, un artículo, una investigación, etc.), ya que existen muchas diferencias.

Podría leer una novela echado en la cama, en el sofá, en una hamaca o en cualquier lugar donde me sienta cómodo y hasta podría acompañarme por unas suaves notas musicales y algo para comer. Pero si voy a leer sobre un tema de investigación tengo que buscar una silla y una mesa, además de una buena iluminación y el menor ruido posible (aunque es inevitable) y, como dije al inicio, necesito herramientas para poder comprender el texto.

Estas herramientas, sin las cuales mejor me voy a caminar, son los plumones fosforescentes o resaltadores (mínimo dos colores), lápices o lapiceros, hojitas adherentes (pos-it). Es que leer un texto argumentativo no es nada sencillo, tenemos a un emisor (el que escribe) con mucho conocimiento sobre el tema, sin embargo, no puede usar la totalidad de esos conocimientos (fruto de muchos años de investigación) en su argumentación y supone que nosotros los receptores ya tenemos los conocimientos previos para entenderlo, pero cómo podría saber cuánto es lo que sabe el receptor, entonces si no estamos preparados podríamos perder el hilo del discurso.

Un buen lector es aquel que usa estrategias para poder llegar a comprender lo que dijo y lo que quiso decir el autor, entonces mientras leo puedo hacer lo siguiente:

Subrayar lo que me parece principal o lo que es de mi interés (con naranja o rosado), lo que es secundario o anecdótico (con verde) y lo que no marco es porque lo puedo procesar sin ningún problema o porque percibo que ello no es esencial y no vale la pena.

Sumillar o hacer un pequeñísimo resumen al margen del texto que voy leyendo; estas sumillas contienen palabras claves que me van a permitir evocar la estructura textual.

Organizar la información a través de mapas mentales, cuadros sinópticos, mapas conceptuales, etc. Lo puedo hacer en una hoja aparte o en un pos-it que lo adhiero en la misma página. Esta organización se hace más sencilla cuando se tiene la costumbre de sumillar.

Si realizo estas actividades, estoy manejando mis estrategias metacognitivas porque puedo monitorear mi proceso de comprensión, es decir, soy consciente de mis niveles de comprensión y si no comprendo como quisiera, entonces, dispongo de alternativas para autorregularme y usar otra estrategia que puede implicar la relectura del texto, la acentuación o énfasis en un párrafo determinado, darme unos minutos de descanso o dejarlo para otro momento.

Los lectores estratégicos realizan actividades antes, durante y después de la lectura y, como dije, monitorean su proceso de comprensión. Un lector de este tipo “apaga” la radio o la televisión porque entiende que ello le quita concentración y atención, o no se permite comer (aunque sean bocaditos) mientras lee. Maneja su tiempo de lectura (hace pausas cada cierto tiempo). Es consciente de lo que está realizando, incluso si tiene algún problema personal o familiar busca darle primero solución a ello antes que seguir leyendo.

Sé que nadie se vuelve lector estratégico de la noche a la mañana, sin embargo, si usted, amigo lector, fomenta entre sus alumnos el uso de los resaltadores ya sea en los libros de texto o en sus mismos cuadernos estará haciendo ya bastante. Indíquele el uso del naranja o rosado para lo que él “cree” que es lo importante y el amarillo para lo que “considera” secundario. No lo condene si no marcó lo que tenía que marcar, le recomiendo que lo más importante en esta etapa es darle la libertad de marcar según sus propias consideraciones, luego verá que ellos mismos se van dando cuenta y solos se corrigen. Después de ello, podrá motivarlos a realizar los sumillados y a organizar su información. El proceso puede ser lento, pero después verá hermosos resultados y obtendrá muchas satisfacciones.

Bueno, por ahora los dejo… voy a buscar una gaseosa y me voy a la terraza a seguir leyendo La ladrona de libros.

Gracias por leer


Manuel Urbina

lunes, 15 de septiembre de 2008

LEER EN ZIGZAG

Unos ciberamigos me preguntaban si era posible leer usando la técnica del zigzag; yo les contesté que sí era posible, "pero" que, en mi caso, lo utilizaba para buscar datos específicos en el texto, por ejemplo: nombres, fechas, frases relacionadas con el tema de búsqueda, etc.

Esta técnica de lectura consiste en deslizar los dedos de la mano, a una velocidad mayor de la que habitualmente leemos, por debajo de la línea de escritura y al llegar al final de ella se retrocede rápidamente hacia la siguiente y se continúa de la misma manera que al inicio. Estos movimientos se parecen a una "z" y de allí el nombre que se le asigna.

Para usar esta técnica debemos entender que hay dos formas de acceder a los significados de las palabras: 1) a través de la ruta fonológica o "indirecta", y 2) mediante la ruta visual o "directa". Si el lector sigue usando la ruta fonológica (cuando lee mira la palabra de izquierda a derecha y mientras la decodifica va escuchando su propia voz interna) este método de lectura no le será de gran ayuda, sin embargo, con un poco de práctica (leyendo en z) le permitirá ingresar a la ruta visual o directa.

En la mayoría de estudiantes aún prevalece el método fonológico como consecuencia del aprendizaje de la lectura desde las unidades menores a las más complejas: primero aprendimos las vocales, luego las consonantes, después se hicieron las combinaciones silábicas y desde allí construimos nuestros primeros sintagmas (grupos de palabras que representaban ideas), oraciones y proposiciones. Este método es ideal cuando se trata de lenguas transparentes (se escribe como se pronuncia) como es el caso del castellano, y uno de los libros que mejor refleja este concepto es el Coquito. Personalmente, me agrada este sistema de enseñanza, sin embargo, este método fonológico o indirecto se debe abandonar a partir de los 8 años y recurrir al método visual o "directo" (es hasta 100 veces más rápido que el indirecto) y, entonces, el concepto de velocidad lectora se convierte en un indicador para la comprensión de textos.

El método visual o directo consiste en percibir las palabras como si fueran un todo, imagínese por un momento un cigarrillo sobre la mesa y mírelo fijamente. Seguramente que usted está mirando el cigarrillo en su totalidad, no lo empezó a ver desde uno de los extremos, sino de manera integral. A este método también se le llama "gestáltico" debido a su naturaleza global. El lector no solo puede mirar una palabra en su totalidad, a través del entrenamiento (que no es nada difícil) puede percibir sintagmas, es decir, grupos de palabras que representan ideas y no palabras aisladas cuyos significados dependen del contexto. Este método le permite al lector enlazar sintagmas o ideas y, de esa manera, construir significados hasta llegar a la comprensión de la oración. Una de las grandes ventajas que da este método es que el alumno se ve obligado a aumentar su concentración y no se dispersa como cuando lee bajo el método fonológico.

Con toda humildad les puedo asegurar que si conseguimos que los niños abandonen la etapa fonológica y usen el método visual o directo, podremos estar seguros de que su comprensión aumentará notablemente. Hay ejercicios muy sencillos que se pueden hacer (me comprometo a presentarles algunos) y que no requieren de textos especiales ni grandes inversiones.

Volviendo al tema del método en zigzag, también lo uso en la lectura de textos narrativos (cuentos, novelas, leyendas, etc.), pero nunca en textos argumentativos, salvo que sea para hacer relecturas. También se puede utilizar para la lectura de periódicos y revistas.

Los saltos que se dan cuando se llega al final de la línea de texto puede ser de uno a diez renglones y ello dependerá de la práctica que se tenga y de la naturaleza de la búsqueda de información. Inténtelo línea a línea y luego, cuando usted lo desee, aumente los saltos. En http://www.lecturaveloz.cl/facs4.pdf podrá encontrar algunos ejercicios para esta práctica.



Gracias por leer



Manuel Urbina

II CONGRESO NACIONAL DE ESTUDIANTES DE LITERATURA (CONELIT) 2008, Reflexiones universitarias sobre literatura latinoamericana.


jueves, 4 de septiembre de 2008

UNA GUÍA PARA MEJORAR LA VELOCIDAD LECTORA EN LA LECTURA ORAL


La velocidad lectora en la lectura en voz alta se puede mejorar a través de un programa que apunte hacia ese objetivo y para ello, en primer lugar, se debe tener como modelo de buen lector al docente del aula (modelaje), y en segundo lugar, se debe programar dos tipos de ejercicios: el primero está relacionado con la respiración y el segundo, con la articulación-entonación. Recuerde que para ser un buen lector no es indispensable tener una “buena” voz, es necesario entrenarse en la respiración y en la articulación-entonación.

EJERCICIOS DE RESPIRACIÓN:

Consiga los globitos más pequeños y haga que sus alumnos lo inflen haciendo presión del músculo diafragmático que se encuentra en el vientre. No deben inflar los cachetes o carrillos, deben separar los labios milimétricamente y hacer presión diafragmática.

Hacer abdominales fortalece el diafragma y permite controlarlo con más facilidad durante la lectura. También evita que nos duela la garganta de tanto hablar y, peor, si gritamos.

EJERCICIOS DE ARTICULACIÓN:

1. Trabalenguas: el éxito de los trabalenguas está en duplicar, triplicar, cuadriplicar… exagerar la articulación. Si no se exagera la articulación al máximo, no tiene sentido el practicarlo y el profesor tiene que ser el mejor ejemplo y el gran motivador (su propia motivación contagia a los demás).

2. Trabacuentos: se manda a construir cuentos muy simples pero usando una serie de sílabas como tra, tre, tri, tro, tru; cra, cre, cri, cro, cru, etc., y luego se leen abusando de la articulación: Veamos los siguientes ejemplos:


A. En la ciudad trueno había un tren llamado travieso al que se le rompió una rueda porque tropezó con un tronco que obstruyó el paso. Se puso triste y Patricio lo quiso animar tocando la trompeta.

B. En un charco de cualquier punto de Chechenia, había un chino y una chaqueta esperando la llegada de un chaparrón que venía de Cachemira. Ambos eran espías al servicio de un chivato chismoso. Para pasar inadvertidos leían un libro de chistes de Chicago. La chaqueta llevaba una mancha de chorizo en la manga derecha.


3. Lectura de textos dialogados: Los niños leen asumiendo el rol del personaje y enfatizan las entonaciones que se presenten. Para este ejercicio se necesita a dos niños como mínimo. Deben dramatizar su lectura con lo cual también se logra que se desinhiban y pierdan el temor a salir al frente.

Observe:

- Pedro, ¿me podrías decir la hora?
- ¡No me da la gana!
- Por favor… no seas malito… no quiero llegar tarde al colegio.
- ¡¡Ya te dije que no me da la gana!!
- Entonces, ¡nunca más te voy a leer un cuento!
- ¡Las siete y veinte!

4. Lectura de palabras inventadas: Se hace una lista de palabras (pueden ser 10, 20, o 30) que no existen como trofolis, gremies, fabrol, mertrafa, lionje, vilgabro, etc., y se procura que el alumno las lea en el menor tiempo y cada vez que empieza de nuevo lo debe hacer con una mejor pronunciación y en menos tiempo. Este ejercicio le permitirá mejorar su decodificación cuando lea palabras que son de su uso lingüístico.


5. Entonación razonada: Así le llamamos a unos ejercicios que consisten en leer oraciones interrogativas, exclamativas, enunciativas, dubitativas; se da mucho énfasis en la entonación y en la intención del hablante. Es conveniente que se creen oraciones en donde estén presente todos los signos de puntuación.

Ejemplos:

¡Quedan cinco minutos! ¡Llegamos tarde! ¡Date prisa!
En cuanto a lo que hablamos ayer, ¿aceptas o no la oferta que te hice?
Miguel, ¿ya sabes lo que vas a hacer este verano?
¿Ya sabes lo que vas a hacer este verano, Miguel?
¿Tú no te habías enterado todavía? Salió ayer en la prensa.

Es necesario que al docente se le ocurra otras estrategias que bien podrían ser utilizadas y, eso es lo que buscamos, que se atreva a crear otros ejercicios (y compartirlos en la red) y cada vez irlos puliendo hasta encontrar los ideales y mientras tanto, habremos formado a unos buenos lectores que nos darán las mayores satisfacciones cuando los veamos leer con una buena articulación y entonación.

Los dejo por ahora y espero que les sirva esta guía. Son las 23:53 en Perú y, por un momento, pensé que no iba a cumplir lo que les anuncié el día de ayer en el post.

Gracias por leer


Manuel Urbina
prolector@hotmail.com

miércoles, 3 de septiembre de 2008

MIDA LA VELOCIDAD LECTORA DE SUS ALUMNOS


A la velocidad lectora se la puede definir como el número de palabras leídas correctamente durante un minuto; pero como las palabras se pueden leer en silencio o en voz alta, las velocidades serán totalmente distintas según el tipo de lectura que se realice así como las formas de medirlas.

La lectura en silencio siempre será más rápida que la oral ya que los procesos involucran texto-ojo-cerebro y la forma de medirla es más compleja y sus resultados se basan más en la comprensión del texto que en el acto decodificador. Una buena velocidad para textos narrativos (novelas, cuentos, leyendas, mitos) oscila entre 250 y 400 p.p.m, y se puede leer a mayores velocidades, comprendiéndolo todo, en la medida que el lector realice un entrenamiento visual que le permitirá hacer fijaciones que abarquen más de una palabra al mismo tiempo. Esto permite que en vez de percibir palabras aisladas (cuyos significados siempre están contextualizados), puedan percibir en una sola fijación uno o más sintagmas (mínimas unidades que trasmiten ideas) por lo que el acceso al significado y la construcción se realiza asociando estas ideas o sintagmas, mientras que si la lectura es palabra por palabra el acceso al significado se desarticula con mucha facilidad y de allí que al final de la lectura se haya comprendido poco o nada.

La lectura oral o en voz alta es, en relación a la lectura silenciosa, menos rápida porque los procesos involucrados en la lectura aumentan: texto-ojo-cerebro-articulación-audición-cerebro, y para medir la velocidad de lectura se toma en cuenta el número de palabras leídas correctamente durante un minuto. Si el alumno leyó 50 palabras durante un minuto y en el transcurso se equivocó en 12 palabras (aumentó sílabas, las cambió, las suprimió, etc.) su velocidad lectora sería el resultado de las 50 palabras menos las 12 que leyó incorrectamente. El resultado sería 38 palabras por minuto, lo cual sería su velocidad lectora. Como se observa en esta medición se le da mayor importancia a la decodificación que a la comprensión en sí misma, sin embargo, se sabe que los lectores fluidos (además de pronunciar bien, hacen las entonaciones y pausas adecuadas) tienen un mejor nivel de comprensión.

Lograr que los niños de primer grado lean 50 p.p.m es un buen promedio; en segundo, 60 p.p.m; en tercero, 70 p.p.m; de cuarto a sexto, 80 a 100 p.p.m. Ya en la secundaria una buena velocidad de lectura oscilará entre 110 p.p.m a 150 p.p.m. Estas cantidades se pueden modificar en la medida que se realicen programas de entrenamiento que abarquen ejercicios de respiración, de articulación y lectura modelada (en el siguiente post publicaremos una guía de entrenamiento para mejorar la velocidad lectora en la lectura oral).

Calcular la velocidad de lectura es algo complejo, sin embargo, hoy existen alternativas que nos facilitan realizar una prueba que mida la velocidad lectora.

Alternativas:

1. ¿Cómo podemos saber la cantidad exacta de palabras que tiene un texto?
Es muy fácil, coloque el texto que va ha ser leído en WORD (Microsoft), déle un clic a ARCHIVO y busque la opción PROPIEDADES, luego ESTADÍSTICAS y encontrará el número exacto de palabras que tiene la lectura.

2. ¿Cómo saber la cantidad de palabras que ha leído durante un minuto?
Hay dos formas: la primera es realizar una serie de operaciones matemáticas (es complejo y lo diremos después) y la segunda, que es más práctica y muy eficaz para evaluar la velocidad lectora cuando la lectura es en voz alta. Consiste en escribir menos palabras en una línea y en la parte derecha colocar el número de palabras que van sumando.

Observe:

En un inmenso lago de África, (6)
llamado Victoria, vivía Pompeyo (10)
el hipopótamo. Él era un excelente (16)
nadador y desde pequeño había (21)
participado en varias competencias, (25)
en las que siempre quedaba en los (32)
primeros puestos. En el lago se (38)
estaba organizando un nuevo torneo (43)
y por supuesto Pompeyo se inscribió, (49)
al igual que otros hipopótamos que (55)
también vivían en el lago. (60)

(El texto continuará hasta que termine)
Nota: Por problemas de edición no puedo colocar los números más a la derecha, sin embargo, usted sí lo podría ejecutar desde su PC (en la foto superior hay un modelo)

De esta manera, cuando el alumno lea el texto, usted hace el seguimiento y puede marcar las palabras donde se cometan los errores de pronunciación y, al cabo de un minuto, podrá saber en qué línea se quedó y tendrá a la derecha la cantidad referencial. Finalmente, a esa cantidad le restará el número de errores cometidos y esa será la velocidad lectora de su alumno.

Recuerde que, realizar esta prueba solo nos da la velocidad lectora del alumno y que el objetivo es que el alumno, a través de un programa de entrenamiento (publicaremos una guía, el día de mañana) aumente su velocidad lectora con lo cual se estaría generando una variable que va a garantizar que el alumno comprende lo que lee.


Gracias por leer

Manuel Urbina
prolector@hotmail.com

martes, 2 de septiembre de 2008

LECTURA VELOZ: LEA 2000 PALABRAS POR MINUTO

Seguramente usted, amigo lector, ha escuchado hablar de los cursos de Lectura Veloz o Lectura Rápida, y también es seguro que ha sentido curiosidad por saber cómo funcionan o cuáles son sus estrategias de enseñanza.

Estos cursos, si son correctamente enseñados, no tienen como objetivo principal que el alumno lea 2000 o 3000 palabras por minuto (si le prometen ello, desconfíe), sino que el alumno mejore la comprensión de textos y desarrolle hábitos de lectura. Si un alumno logra leer (y comprender) a una velocidad de 450 palabras por minuto, ya se le puede considerar como un lector avanzado ya que el promedio de lectura en un estudiante de secundaria bordea las 150 ppm, es decir, si el curso es bueno y la institución es seria, usted podría triplicar su velocidad lectora y comprender mejor los textos.

Si le ofrecen un curso de Lectura Veloz y le prometen velocidades industriales, haga algo sencillo: Busque un texto expositivo o argumentativo (no un cuento o similares) y léalo previamente, luego dígale al vendedor que le haga la demostración de su lectura a 2000 ppm (cosa que no lo van a hacer porque le van a poner mil pretextos para no leer) y que le explique lo que ha entendido. Si se da el caso, tome el curso lo más rápido posible.

Es frecuente que al interesado en el curso lo sometan a una evaluación gratuita para hacer un diagnostico sobre su nivel de comprensión y, resulta curioso, que todos los evaluados obtengan resultados “pésimos” en comprensión y, ¿sabe usted por qué? La respuesta es fácil: le hacen leer un texto de uso de especialistas en una materia (biólogos, filósofos, astrónomos, lingüistas, etc.) con lo cual usted no va comprender nada, porque para comprender un texto de ese tipo es necesario que el lector sea capaz de comprender ese vocabulario o lenguaje técnico (al especialista le ha costado mucho tiempo), además se requiere de la experiencia previa o investigación en ese campo especializado. Al final le hacen creer que su comprensión o la de su hijo es pésima y, por lo tanto, le generan una enorme ansiedad para tomar el curso. Vea usted esta lectura y trate de entenderla:

Ahora, observen esto: la restricción tiende a provocar a un mismo tiempo la carestía y la baratura de mal género; la mala carestía porque disminuye la oferta; este es su fin confesado; y la mala baratura, porque también disminuye la demanda, puesto que da una falsa dirección a los capitales y al trabajo, y abruma a la clientela con trabas e impuestos; de modo que, en cuanto a los precios, estas dos tendencias se neutralizan; y he aquí, por qué este sistema que restringe al mismo tiempo la demanda y la oferta, ni siquiera realiza en definitiva esa carestía que es su objeto”.

Esta es una de las técnicas más sucias que utilizan los vendedores del curso, ya que el lector no podrá responder a las cinco o diez preguntas (más engañosas aún) y termina creyendo que el curso le dará la solución.

No se deje sorprender por los anuncios y casos que aparecen en donde fulano lee 4,500 ppm o mengano lee 6750 ppm; es mejor que usted averigüe sobre la credibilidad de la empresa y eso lo puede hacer colocando ese nombre en los buscadores de Internet. Si hay denuncias aparecerán en las pantallas porque la gente cuando ha sido estafada o engañada lo denuncia en páginas como www.apestan.com . Pregunte a, por lo menos, tres personas que estén haciendo o hayan hecho el curso sobre los resultados que ha obtenido con dicho curso. (Si alguien cree que puede leer 2000 ppm, en una primera lectura, yo lo invito a someterse a una evaluación en el lugar que desee y me comprometo a hacer un desagravio público en el caso que lo haga).

Personalmente, estoy convencido en la eficacia de los cursos de Lectura Veloz, cuando son bien enseñados y cuando la institución es seria y responsable, ya que la gran mayoría de lectores lee utilizando el sistema fonológico, es decir, cuando leen en silencio, miran la palabra de izquierda a derecha y la van pronunciando y la escuchan mentalmente. Tampoco son capaces de ver la palabra como un todo y mucho menos ver grupos de palabras (sintagmas de dos o tres vocablos) de una sola fijación visual, con lo cual desarticulan toda la información gráfica en la memoria de trabajo y ello impide la construcción de significados. Las escuelas de Lectura Veloz lo que hacen es “rescatar” al lector de su nivel fonológico y lo llevan a la lectura a través de la “estrategia visual o global” con lo cual el lector aprende a ver sintagmas o grupos de palabras y de esta manera pueden acceder a los significados con mayor rapidez. Leer haciendo fijaciones le permite al lector estar más atento y más concentrado en relacionar significados y realizar construcciones semánticas. Desarrollar la velocidad lectora es una de las variables más importantes para poder acceder a la comprensión de textos.

Hemos aplicado, un programa de Lectura Veloz a alumnos de primaria y secundaria y los resultados que hemos obtenidos son muy alentadores, por ello, manifiesto que sí son eficaces estos cursos, pero también me indigna que hayan “malas empresas” que solo busquen enganchar al alumno y le hagan pagar miles de dólares y a cambio no cumplan con desarrollar en ellos ni sus hábitos lectores, ni su comprensión total, y, en consecuencia mucha gente termine creyendo que la Lectura Veloz es una opción inútil.

Gracias por leer

Manuel Urbina
prolector@hotmail.com

lunes, 1 de septiembre de 2008

LA CASITA EN EL ÁRBOL

Esta semana mi hija Yvonne (8) y mi sobrina Fátima (7) estrenaron la casita en el árbol. Nunca pensé que les iba a gustar tanto, a tal punto que estuvieron en ese lugar mágico casi todo el día del sábado y domingo. Subieron sus muñecas, sus diarios, sus libros y tuvieron como invitados a Presidente y Cimarrón, dos gatitos hermosos.

Verlas felices nos llenó de felicidad y entendimos que los niños necesitan un espacio para que se reencuentren con ese mundo lleno de fantasía que todos algún día soñamos. Las veíamos -sin que ellas se dieran cuenta- cómo hacían hablar a sus muñecas y cómo creaban diferentes situaciones tan llenas de imaginación, creatividad y de buen gusto.

Estas dulces imágenes me hicieron recordar aquellos días de mi niñez cuando junto a mis hermanos construíamos autos de carrera con bloques de ladrillos, trozos de madera y cosas que sacábamos de la cocina y de cualquier lugar de la casa. Con qué pasión conducíamos nuestros bólidos aunque ellos no se movían ni un centímetro, pero era tan maravilloso estar allí rugiendo al máximo y hacer movimientos acrobáticos. Ya por la noche, en mis sueños, ganaba la carrera.

Los adultos tenemos nuestro espacio de adultos y nuestros niños también necesitan tener el suyo; por ello, cuán importante es crearles un pequeño espacio en la casa, puede ser en el patio, en el jardín o en esa esquina a la que hemos convertido en un depósito permanente. También es bueno salir con ellos al parque de diversiones, a la playa, al cine, a las ferias, a la casa de los familiares, etc., y pasarla bien.

Quizá este tema no esté relacionado con LECTURA TOTAL, pero quise compartir esta alegría y esta sencilla reflexión con ustedes. Mil disculpas si he dicho más de lo que debía decir.


Gracias por leer

Manuel Urbina

viernes, 29 de agosto de 2008

LA FLUIDEZ LECTORA COMO EL MEJOR INDICADOR DE LA COMPENSIÓN DE TEXTOS






La Fluidez Lectora es el mejor indicador para poder saber el nivel de comprensión de los alumnos. Si la lectura es en voz alta, la fluidez Lectora responde a tres elementos:

1. Automaticidad
2. Expresividad
3. Velocidad lectora


1. La automaticidad: Hace que el alumno vea la palabra como un todo y la pronuncie en su totalidad, no lee silabeando o haciendo pausas entre una sílaba y otra como cuando aprendía a leer. No cambia una sílaba o letra por otra (no dice "maestra" donde dice "muestra"), es decir, no aumenta, ni disminuye, ni cambia la palabra original: lee la palabra tal como está escrita.

2. Expresividad (Entonación y pausas adecuadas): No lee palabras en forma aisladas o una a una, sino lee grupos sintácticos dotados de significados (en vez de leer: "Mi... amigo... vendrá... mañana...", lee: "Mi amigo vendrá mañana"); es decir, entre un sintagma y otro hace las pausas que cree conveniente. Durante su lectura responde a los signos de puntuación y realiza tonos ascendentes ("¿?", "¡!", ","), descendentes (".", ";") o los de suspensión ("...", ":").

3. Velocidad lectora: A esta se le define como la cantidad de palabras correctamente leídas durante un minuto. Si se dan las dos variables anteriores la velocidad lectora del alumno deberá ser la adecuada. Por esta razón cuando se quiere que el alumno desarrolle su velocidad lectora se deben trabajar la automaticidad y la expresividad a través de ejercicios exclusivamente diseñados para ello, sin embargo, el docente es el primer modelo de lector fluido, si él o ella no leen adecuadamente, no le verán ningún sentido a aquellos ejercicios. Por esta razón, el docente deberá desarrollar su fluidez y ello se consigue de dos maneras: primero, asumiendo la importancia y conocimiento teórico de la Fluidez Lectora y, en segundo lugar, a través de ejercicios prácticos y de lectura permanente.

La Fluidez Lectora en la lectura oral es muy distinta (radicalmente) al de la lectura silenciosa, sin embargo, su desarrollo está relacionado con la fluidez de la lectura oral y en otros aspectos que veremos próximamente, así como ejercicios propiamente dichos.

PD: Una buena edad para empezar a desarrollar la Fluidez Lectora es a partir de los ocho años, cuando ya los alumnos han aprendido a descodificar adecuadamente. En los grados anteriores se podría continuar con ejercicios que desarrollen la Conciencia Fonológica y alternarlos con lecturas de textos cortos que tengan mucha lecturabilidad y legibilidad.


Gracias por leer


Manuel Urbina
prolector@hotmail.com

miércoles, 27 de agosto de 2008

COLEGIO NIÑO JESÚS DE PRAGA


El día de ayer martes tuvimos el gusto de compartir nuestras experiencias en el tema de la Lectura con los profesores y profesoras del área de Letras del Colegio Niño Jesús de Praga, dirigido por la Hna. Gloria de la Cruz quien estuvo durante toda la sesión acompañando a sus profesores (como debe ser), así también estuvo presente la subdirectora Hna. Guadalupe Chanco.

Nuestra presencia en dicho colegio se debió a la invitación que recibimos por parte de la profesora Dina Fuentes, con quien tuvimos el gusto de conocernos a través de este blog. Fueron tres horas que no se sintieron gracias a la participación de todos los docentes, incluyendo a la directora y subdirectora de este gran centro educativo que está en el Callao.

El tema que tratamos tuvo dos momentos: En el primero vimos la situación real de la comprensión lectora en el Perú a través de diferentes estudios nacionales e internacionales como las pruebas PISA y LLECE; la segunda parte estuvo dirigida al DESARROLLO DE UN PROGRAMA DE INTERVENCIÓN PARA MEJORAR LOS NIVELES DE COMPRENSIÓN.

Felicitaciones a todos y ha sido un enorme placer haberlos conocido.

Manuel

jueves, 21 de agosto de 2008

PRIMERAMENTE, SEGUNDAMENTE, TERCERAMENTE, CUARTAMENTE... ¡¡¡SON FORMAS CORRECTAS!!!


Seguramente usted, amigo lector, habrá escuchado que no debemos decir "primeramente" porque no hay "segundamente" ni "terceramente", etc., pues, nada más falso y tan descabellado. Los términos "primeramente", "segundamente", "terceramente" y todos los que se puedan formar son formas correctas que actúan como adverbios de orden, aunque en el caso de "primeramente" y "últimamente" no siempre funcionan como adverbios de orden, sino -en la mayoría de los casos- como adverbios de tiempo.

Lo que ocurre es que en los dialectos del castellano hablado en el Perú , y en el de algunos países vecinos, estas formas no constituyen nuestra norma lingüística y no por ello tenemos que decir que son formas incorrectas. Es como cuando hace muy poco una amiga colombiana saludó efusivamente a la gente de Huancayo diciéndoles: "Estimados huancanianos y huancanianas" (cuando nuestra norma impone "huancaínos - huancaínas), y lógicamente, nadie podría decir que dichos gentilicios son incorrectos porque se han usado los sufijos "-ano, -ana"(hay diversos tipos de sufijos para formar gentilicios). Si fuesen incorrectos, entonces, no deberíamos decir "peruanos", sino "peruínos" y "peruínas".

Ocurre sencillamente que ambas formas son correctas o aceptadas, pero el uso de una u otra responde exclusivamente a la forma de mayor preferencia por la comunidad. Otro de tantos casos es el que se presenta con "video", cuyo uso peninsular es de pronunciación esdrújula (deo), mientras que en Latinoamérica es grave (video), y no importa que venga del inglés "video" con pronunciación esdrújula, sencillamente se vuelve grave como la gran mayoría de las palabras de nuestra lengua. Así la preferimos los usuarios y la RAE no puede hacer nada por cambiarla, tan solo reconocerla y legalizarla.

Volviendo a nuestro tema, "primeramente" no solo actúa como adverbio de orden, sino también puede desempeñarse como adverbio de tiempo. En la oración: "Primeramente me dicen lo que pasó y se acabó el problema.", equivale a decir "En este momento me dicen lo que pasó y se acabó el probema". El valor semántico de "primeramente" no tienen nada que ver con el orden o con el hecho de que después venga el término "segundamente" o "terceramente". Así que cuando escuche expresiones como: "No digas "primeramente" , di "en primer lugar" porque después vendrá "en segundo lugar", tenga en cuenta que no siempre "primeramente" es un adverbio de orden y, por lo tanto, no habría lugar para "segundamente" o "en segundo lugar".

Unos ejemplitos:

A) Primeramente sacaron sus equipajes y segundamente, pagaron por el servicio. (correcto)
B) En primer lugar sacaron sus equipajes y en segundo lugar, pagaron por el servicio (correcto)
C) Primeramente deben devolver los víveres, luego veremos lo que hacemos. (correcto)
D) Primeramente quiero felicitarlos y segundamente entregarles este reconocimiento (correcto)

En A y D actúan como adverbios de orden, mientras que en C es un adverbio de tiempo. En B las formas en negritas son locuciones adverbiales.

El siguiente texto acabo de encontrarlo en http://ggonzale.blogspot.com/ el autor es de origen mexicano y vean cómo usa los términos ya mencionados sin ningún reparo:

"... ¿Razones? Primeramente, me ha tocado tomar café y de repente al rato termino como Garfield después de tomar café expreso. Segundamente, las agruras que precedían al café. Tomaba café por la mañana y el resto del día me la pasaba con agruras".


Gracias por leer

Manuel Urbina
prolector@hotmail.com

miércoles, 20 de agosto de 2008

CONGRESOS DE LECTURA PERÚ 2008 - 2009


No somos pocos en el Perú -y en otros países latinoamericanos- los que estamos interesados en aprender los procesos cognitivos que se presentan durante la lectura y, también, conocer estrategias para poder acceder a una mejor comprensión de textos. Entonces, como docentes investigadores y actualizados podemos garantizar la enseñanza de la comprensión lectora de nuestros alumnos, de lo contrario, el sentido común no nos asegura el desarrollo óptimo de esta competencia tan importante y tan desvalorizada en nuestro sistema educativo.

Qué mejor manera de buscar congresos, foros, encuentros, seminarios, cursos, etc., sobre la Lectura que a través de Internet, sin embargo, en el Perú, existen muy pocos eventos de esta naturaleza. Las que se han realizado durante todo el año, no pasan de diez y las hemos anunciado en este blog en su momento oportuno. No es posible que habiendo más de cincuenta universidades con facultades de pedagogía, no le den la importancia y el espacio que debería tener la enseñanza de la comprensión lectora.

He ingresado a las páginas de cada una de las universidades y da mucha pena e indignación ver que no hay eventos relacionados con la Lectura, aunque sí existen cientos relacionados con la carrera empresarial. Esta dejadez es responsabilidad, no de los alumnos, sino de los profesores y de las autoridades universitarias que con su mezquina actuación ponen de manifiesto su tremenda incompetencia para regir los destinos de miles de futuros docentes.

Recordemos que, aunque usted no lo crea, no existe en ninguna facultad de educación, un curso específico que trate sobre las bases teóricas del aprendizaje de la lectura. Por esta razón tan simple, es que los docentes no están capacitados para promover la enseñanza de la lectura entre sus alumnos. De allí que los resultados en las pruebas de lectura sean tan catastróficas como el rendimiento académico de muchos alumnos.

Los docentes queremos aprender, pero no encontramos los lugares adecuados como Congresos, Foros, Seminarios, Simposios, Mesas Redondas, etc., para recibir una información adecuada y actualizada; si no fuera por Internet que nos permite acceder a libros, tesis, revistas, blog, etc., estaríamos más perdidos que los decanos de las facultades de educación.

Ojalá que el Ministro de Educación, José Antonio Chang, y la Asamblea Nacional de Rectores hagan algo al respecto y, que también, a través de sus diferentes entidades, promuevan el desarrollo de cursos sobre Estrategias de enseñanza de la lectura. No esperemos los resultados de PISA 2009 para salir a buscar responsables como lo han hecho hace poco inculpando a los docentes.

Gracias por leer

Manuel Urbina

lunes, 18 de agosto de 2008

PEQUEÑOS GRANDES AMORES


-Siempre he sido distraído; ya es de noche y ni me había dado cuenta qué hora es, ni qué día es hoy, ni cuándo es mi cumpleaños –dijo el enano.

-Ya lo sé –contestó la enana- siempre te olvidas hasta de tu nombre, pero lo bueno es que eres el hombre más bondadoso del mundo. No sé si es por tu distracción o porque tienes el corazón de los hombres grandes que no conoce odios ni resentimientos.

-No es para tanto –respondió el enano- claro que sé que mi nombre es…, es…, ah…, ya sé… mi nombre es Fortunato Tomás Massi Silva. No es tan difícil, solo es cuestión de recordar el primero y los demás van apareciendo solos. Además, no soy tan bueno como tú me pintas; el otro día, sentí envidia al ver crecer a unos niños.

La diminuta mujer lo miraba tiernamente, parecía que le gustaba verlo en estas situaciones en donde él trataba de parecer un tipo duro y cruel.

Se habían conocido en un circo italiano hacía ya nueve años y desde entonces, ellos no se habían separado ni un solo día. Ambos se querían con un amor tan puro, inocente y hasta casi infantil. Ella lo amaba tiernamente y él la amaba tanto que nunca se olvido de llamarla por su nombre.

Un día domingo, mucha gente había ido al circo, y el pequeño realizaba su acostumbrado acto: caminaba sobre la cuerda floja a cinco metros de altura. Se le veía distraído, preocupado, parecía que este no era el día que él hubiera querido que sea.

Cuando faltaba muy poco para finalizar su acto, perdió el equilibrio y cayó violentamente. Hubo un silencio breve que encendió cientos de voces y gritos desesperados.

El pequeño, tirado de bruces, contó mentalmente hasta veinte y se levantó como si hubiera sido expulsado por un cañón; caminó hacía el centro del escenario y saludó al público que despertaba del engaño. Recordaron que los enanos, siempre hacen cosas de ese tipo.

El hombrecito había caído sobre un colchón de espuma, especialmente camuflado en el suelo, con el que daba fin a su gran actuación. Lo aplaudieron hasta que desapareció tras el enorme telón rojo, salpicado de estrellas.

Su compañera, como era costumbre, lo esperaba en la pequeña carpa azul ya casi lista para realizar el próximo número en la jaula de los leones africanos. Lo vio llegar y le regaló la sonrisa más tierna del mundo.

FIN
Manuel Urbina
prolector@hotmail.com

miércoles, 13 de agosto de 2008

CUANDO LOS LIBROS ATRAPAN A LOS NIÑOS




(Mil disculpas por la disposición de estas fotografías)
Dale un click a las imágenes.


Durante la realización del I Congreso Latinoamericano de Comprensión Lectora, adquirí en uno de los módulos de venta cuatro interesantísimos cuentos: Ratón y Vampiro se conocen, Ratón y Vampiro en el castillo (ambos de Yolanda Patin), El baile de los elefantes (Javier Miranda-Luque), y El cerdito que amaba el ballet (Chely Lima), los cuatro son de Monte Ávila Editores Latinoamericana.

Los compré para mi hija Yvonne, de ocho años y -desde luego- para leerlos yo. Fueron muy entretenidos, ocurrentes, placenteros, y pensé que a mi hija también le iba a encantar. No me equivoqué, así fue, sin embargo, a los pocos días de mi regreso, llegaron unos familiares y para mi sorpresa, pude observar cómo los niños y niñas leían y disfrutaban de estos cuentos y otros que estaban en la miniblioteca de Yvonne. Para mayor sorpresa aún, me contaron los padres que a sus hijos no les gustaba leer y que lo que hacían ahora no era lo cotidiano, también compartían mi sorpresa. Entonces pude comprobar lo que más o menos intuía sobre lo que estaba ocurriendo.

En primer lugar la miniblioteca les había llamado la atención debido a la disposición de cada uno de los cuentos; todos aparecían con la carátula o portada expuesta casi a la altura de los ojos de los niños y al no tener ventanillas o puertas pudieron tomarlos sin ningún problema. A esta situación podríamos llamarla quizás "accesibilidad inmediata" (si hubieran estado de la forma tradicional solo hubieran percibido el lomo del libro o si estuviesen embolsados y sellados como en los supermercados no hubieran podido ir más allá de una simple mirada).

En segundo lugar, la calidad de la impresión, los dibujos impresionantes, la edición y diagramación impecables, todo esto llamó más la atención de estos niños (la paraliteratura). Por otro lado, el tipo y tamaño de las letras y el interlineado eran los más adecuados. A esto se le llama "legibilidad" (en comparación con los libros de escritura reducida y a veces la mala calidad del fotocopiado que le quita estética al cuento).

En tercer lugar, la facilidad de acceso a la lectura en sí, es decir, el tema o los temas respondían a los gustos e inquietudes de los niños (un cerdito que ama el ballet, un ratón que es asustado por un fantasma, un elefante sobrado que se enamora, etc.). A esta característica se le llama "lecturabilidad" (lo opuesto sería "aburrabilidad", y se produce cuando no revisamos el cuento o cuando no corresponde al rango de edades de los lectores).

Es muy posible que existan otras variables para incentivar la lectura de cuentos, leyendas, fábulas, mitos, etc., pero no podemos dejar de lado "la accesibilidad inmediata”, "la legibilidad" y "la lecturabilidad" en nuestra labor de promotores permanentes de la lectura. Es evidente que esto lo debe saber el docente, pero los padres quizá lo desconozcan; por esta razón, no solo se debe hacer docencia con los alumnos, sino también con los padres quienes se convierten en nuestros mejor aliados cuando los tomamos en cuenta.

El día sábado que estuve en la Derrama Magisterial me acerqué a la librería y pude encontrar estos mismos cuentos y otros más que los compré inmediatamente. El precio de cada uno era entre ocho y diez soles. Si saben de algún lugar donde pueda encontrar buenos cuentos, me lo hacen saber.


Gracias por leer

Manuel Urbina
prolector@hotmail.com

JESÚS GARCÍA VIDAL EN LIMA

Una de las personalidades más competentes en el tema de la lectura estuvo en Lima. Se trata del doctor Jesús García Vidal, profesor principal de la Universidad de Sevilla, España. Fue invitado por la Editorial Libro Amigo al II SEMINARIO INTERNACIONAL 2008 COMPRENSIÓN LECTORA: PROCESOS, ESTRATEGIAS Y AUTORREGULACIÓN. Este importante evento se realizó este último sábado en la Derrama Magisterial desde las 9 a.m hasta la 6.30 p.m. (Yo me enteré dos días antes, razón por la que no pude informar a los interesados en esta materia).

Durante su conferencia resaltó la importancia de los procesos de la comprensión como un tema de dominio y competencia del docente. Manifestó que en el hogar se podrán dar algunas variables que tengan que ver con el rendimiento de la comprensión lectora, pero que los procesos que comprometen la lectura en sí es responsabilidad absoluta del docente, así como la enseñanza de estrategias para acceder a la comprensión del texto.

Otro aspecto que me llamó mucho la atención por la coherencia de sus comentarios fue cuando se habló de los niveles de comprensión. Negó la existencia de una “comprensión crítica” porque un texto se comprende o no, se comprende lo que está escrito o lo que no está escrito (lo implícito), y que no podía haber una comprensión crítica por la simple razón que lo crítico responde a una valoración subjetiva sobre un determinado tema. Lo crítico vendría a ser más una opinión que un tema de comprensión per se. Su enfoque me pareció muy técnico y alturado porque si nos vamos a la práctica y les damos un texto a cinco alumnos y al final les hacemos preguntas enfocadas a la parte crítica, veremos que cada alumno podría tener una respuesta diferente (a pesar de que cada uno pudo comprender perfectamente el texto) ya que, efectivamente, es un tema más valorativo y por ello las respuestas diferentes.

Felicitaciones a los organizadores de este evento por la calidad académica y reconocida de sus invitados; ya a comienzos de año tuvieron como conferencista al prestigioso investigador, también español, Fernando Cuetos Vega. Esperamos nuevas sorpresas…

Gracias por leer

Manuel Urbina
prolector@hotmail.com

lunes, 11 de agosto de 2008

USO Y ABUSO DEL DICCIONARIO EN EL COLEGIO



- Manuel, ¿“sensible” se escribe con dos eses, o ese y ce?
- No estoy seguro, cariño.
- Entonces voy a consultarlo en el diccionario.
- Claro, es lo mejor.

Esta es parte de una conversación que tuve el día de ayer domingo, con mi esposa y que me permitió entender una de las funciones más importantes del diccionario: sacarnos de una duda ortográfica.

Lamentablemente, en las escuelas se hace un uso y abuso del diccionario para el aprendizaje de significados de palabras nuevas. Palabras que en su mayoría no se van a volver a usar por pertenecer al vocabulario pasivo del alumno (hace años que yo no uso las palabras inopia, condumio, asaz, rutilante, etc., y hasta me he olvidado sus significados), aunque esto no es una justificación para no usar el diccionario hay otros aspectos que sí deberíamos tener en cuenta en nuestro quehacer profesional.

La mejor forma de aprender el significado de una nueva palabra –en los niveles básicos- es a través de la vía pictórica, es decir, si el niño no sabe lo que significa “pupitre” es mejor enseñarle la fotografía o el dibujo de un pupitre y verán con que facilidad lo aprende. En segundo lugar, a falta de una fotografía o dibujo, los niños podrán acceder al significado de la misma palabra a través de la vía sonora, es decir, al niño le hablamos y le explicamos sobre el significado de dicho término, y también lo aprende. La tercera forma, que es la menos eficaz, la más tediosa y aburrida es a través de la vía escrita, es decir, que el niño busque el significado de dicha palabra en el diccionario (a veces le dejan una veintena) y que lo lea y que lo escriba. Y con lo difícil que puede ser encontrar la entrada semántica adecuada al “ejercicio” de búsqueda. Recuerdo que hace un año, mi hija de siete años, buscaba –como tarea- el significado de “pino” y miren lo que encontró:

Pino m. Nombre de varios árboles gimnospermos de las pináceas, de hojas aciculares persistentes en hacecillos de dos a cinco flores unisexuales estróbilas. Producen un falso fruto, la piña que contiene las semillas o piñones. 2 Madera de estos árboles.

Tan fácil hubiera sido si se le enseñaba la foto de un arbolito de Navidad (se hubiera dibujado en la pizarra con mucha facilidad) o a falta de la imagen se le hubiera hablado sobre el arbolito navideño. Lo que se hizo, fue usar la tercera forma que como ven confunde más al niño y lo lleva a odiar al incomprendido diccionario. Imagínese al niño escribiendo esas 37 palabras que no le dan nada de información (es para llorar de rabia e impotencia) y, como si fuera poco, además, debe escribir de dos a cinco oraciones con el bendito término. Al inicio, el alumno, no sabía el significado de una sola palabra y al final termina desconociendo la mayoría “gimnospermos, pináceas, aciculares, hacecillos, unisexuales, estróbilas, piñones…” y si van a la búsqueda del significado de estos terminarían en alguna clínica. El remedio resulta peor que la enfermedad.

Es posible que los profesores hayamos incurrido en esta inadecuada metodología usando la tercera forma, pero creo que ya es hora de darnos cuenta y buscar otras formas de enseñanza, en todo caso, como complemento, solicite un diccionario infantil (esos que traen más imágenes que entradas y que le gusta ver al alumno) y no los que tienen miles de entradas y que causan verdaderas molestias.

Otro mal uso del diccionario se presenta cuando el niño lee un texto narrativo o expositivo. El niño interrumpe su lectura o corta la fluidez a su intención lectora al tener –por indicación del docente- que recurrir al diccionario para iniciar la búsqueda de tal o cual palabra (¿los profesores usamos el diccionario cuando leemos?). Es mejor enseñarles a deducir el significado de la palabra contextualmente, por ejemplo: “El hombre fue al río a buscar agua en una camasa…” (El hombre, el tigre y la Luna, de Rafael Rivero), y, por último, (como lo hacemos nosotros) ignorar el término no necesariamente va a generar problemas de comprensión porque no siempre esa palabra es la clave para entender el texto. Veamos:
“El hombre fue al río a buscar agua en una camasa. Cuando regresó, se encontró con el tigre que había penetrado en su casa y estaba allí dentro, sentado en el suelo”.
¿El hecho de no saber que camasa es un tipo de recipiente afecta en algo lo que sigue en el texto? No, para nada. Sin embargo, a los alumnos les hacemos leer con su diccionario al costado y de esta forma, ¿podrían sentir gusto y placer por la lectura?

Lo más adecuado es trabajar con anticipación un pequeño glosario o vocabulario de las palabras nuevas que vienen en la lectura y verán cómo leer sí se convierte en un placer y a partir de ello el alumno podrá dominar con mucha facilidad la ortografía de las palabras y el significado de ellas. Mientras más lea, más palabras conocerá y las podrá almacenar en su almacén ortográfico hasta su internalización. Hay otras formas o métodos que podrían dar los mismos resultados si con ellos generamos lectores competentes. No es malo usar el diccionario, pero usemos el sentido común: la lectura es la base de una buena escolaridad y si no la promovemos o indirectamente generamos la aversión del alumno hacia ella, estamos haciendo mucho daño.


Los que sí debemos usar y abusar del diccionario somos nosotros los docentes para estar siempre preparados y absolver cualquier duda semántica u ortográfica que tengan nuestros alumnos. Personalmente, me encanta (literalmente) el Diccionario panhispánico de dudas (2005), preparado por la Asociación de Academias de la Lengua Española y editado por Santillana. Después de tantos años se ha publicado esta maravillosa obra en consulta con los miembros de la RAE de cada país, lo cual ha permitido establecer que, por ejemplo, "ingreso en..." o "ingreso a..." tienen significados iguales, pero que la primera forma es de uso peninsular, mientras que la segunda es de uso hispanoamericano, y se acabó la triste costumbre de imitar la norma española cuando latinoamérica tiene sus propias variedades lingüísticas. Otro diccionario importante y muy funcional es el Diccionario de la lengua española (2001), también de la RAE . Por lo expuesto, no tenemos ningún tipo de aversión al uso de los diccionarios, todo lo contrario: los amamos.



Gracias por leer

Manuel Urbina
prolector@hotmail.com