martes, 11 de diciembre de 2007

PARECEN QUE LEEN

No deja de asfixiarme cierta realidad: damos más libros a los alumnos, vemos que los tienen, incluso los vemos que los abren y están allí, leyendo. Pero, cuando vamos al diálogo, a las preguntas, a lo que llamamos "la prueba de su comprensión lectora", parece que todo se esfumara. Sentimos que un espejismo nos sopló en los ojos, los alumnos no han cambiado. Esta sensación parece ser frecuente. Da origen a grandes campañas de "estímulo de la lectura", de "un niño, un libro". Pero no sabemos el resultado. Y no lo vemos. Entonces nos sentimos realmente mal, deprimidos.


César Hildebrandt




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