sábado, 1 de diciembre de 2007

¿QUIÉN SE LLEVÓ MI LIBRO? VII El Inicio

El viejo ratón, con una sonrisa sincera, respondió:

- Debes saber que hay diferentes clases de lectura; la más importante para los chicos que están en la escuela o en la universidad es la lectura de estudio, aquí es importante adoptar una posición de atención porque la información que aparece en esos textos debe ser asimilada, procesada y deberá estar lista para su evocación o recuperación que normalmente ocurre en las evaluaciones orales o escritas y otras veces en las temidas exposiciones. Es importante que la lectura de estudio se realice en un lugar adecuado, sin interrupciones o distracciones. Aproximadamente cada cuarenta minutos de lectura se debe tomar pequeño descanso. No todo el tiempo se puede estar en la posición de atención, aunque el cuerpo se va acostumbrado progresivamente.

Por otro lado, también tenemos la lectura informativa en donde no se exige que el lector adopte una posición de atención. Es una lectura del momento, sin el compromiso o la obligación de ser evaluado. Se da cuando se lee un periódico, una revista, un catálogo, etc., y se puede hacer en cualquier lugar, incluso en la cama; el tiempo de lectura es breve y ocasional.

También existe la lectura de placer y se da en la lectura de obras literarias. El alumno lee un texto motivado por su propia curiosidad y, tampoco está obligado a ser evaluado. Actualmente se ve a chicos y grandes con los libros Harry Potter, El Señor de los Anillos, El código Da Vinci y otros libros de moda. Esta lectura la pueden hacer en la playa, en el campo, en un parque, en el metro, etc.

Lucas estaba sorprendido y comprendió la razón por la que había visto a algunos de sus compañeros de aula, muy concentrados, leyendo unos la saga de Harry Potter y otros, las Crónicas de Narnia. Pensó que si tendría que leer un libro ese sería Harry Potter.

Ahora el pequeño Lucas había aprendido que no todas las lecturas eran iguales, por lo tanto, no era lo mismo leer una revista deportiva o de modas que, un texto escolar. Ahora sabía que la lectura de estudio era la que predominaba en los colegios y entendió, también, cuán importante era la postura para regular el factor de la atención y de la concentración.

Se sentía más seguro y más tranquilo; esa sensación de angustia que se acrecentaba cuando pensaba en sus nuevos estudios secundarios empezaba a disminuir rápidamente. Por otro lado, deseaba seguir oyendo las palabras de su tío Antonio.

Los ojos no son los que leen –dijo Antonio- el que lee es el cerebro. Esta afirmación hizo que Lucas abriese los ojos y aumentase más su curiosidad.

Es cierto -continuó Antonio- el cerebro es el encargado de realizar el proceso de decodificación o interpretación de los gráficos que recibe a través de los ojos. El cerebro humano se divide lóbulos o partes que se encargan de controlar los sentidos como la vista, el oído, el gusto, el tacto y el olfato. El lóbulo occipital, que se encuentra por encima de la nuca, es el que controla el sentido de la visión.

Existen muchas personas que quedaron ciegas porque recibieron un fuerte golpe en esta zona, recuerdo a un compañero que perdió la vista porque le cayó un fuerte pelotazo en la zona occipital.

Si el cerebro es el que lee entonces ¿cuál es el papel de los ojos? –dijo el pequeño Lucas-, ¿acaso no son importantes para leer?

Por supuesto, son importantes –dijo el viejo ratón- los ojos son como cámaras fotográficas de la más alta tecnología que captan las palabras y las envían a través del nervio óptico al cerebro para que este realice la descodificación o interpretación.

Imagínate, Lucas, que recibes un correo electrónico escrito en lengua alemana y como tú desconoces esta lengua lo que ocurriría sería que tus ojos verían con toda claridad lo que está escrito, pero tu cerebro no podría interpretar ese código, es decir, no lo podrías leer. (CONTINUARÁ...)

Gracias por leer

Manuel Urbina

prolector@hotmail.com